ENSEÑANZAS TÍPICAS DEL LIBRO DEL ÉXODO (Edward Dennett)

22.- LA ESTRUCTURA DEL TABERNÁCULO (Éxodo 26:15-30)

ÍNDICE DEL CONTENIDO
ÉXODO 1
ÉXODO 2
ÉXODO 3 Y 4
ÉXODO 5 Y 6
ÉXODO 7 - 11
ÉXODO 12
ÉXODO 13
ÉXODO 14
ÉXODO 15:1-21
ÉXODO 15:22-27
ÉXODO 16
ÉXODO 17
ÉXODO 18
ÉXODO 19 y 20
ÉXODO 21 - 23
ÉXODO 24
ÉXODO 25:1-9
ÉXODO 25:10-22
ÉXODO 25:23-30
ÉXODO 25:31-40
ÉXODO 26:1-14
ÉXODO 26:15-30
ÉXODO 26:31-37
ÉXODO 27:1-8
ÉXODO 27:9-19
ÉXODO 28
ÉXODO 29:1-35
ÉXODO 29:38-46
ÉXODO 30:1-10
ÉXODO 30:11-16
ÉXODO 30:17-21
ÉXODO 30:22-38
ÉXODO 31
ÉXODO 32-34
ÉXODO 35-40

 

LA ESTRUCTURA DEL TABERNÁCULO

 

 

Éxodo 26: 15-30

 

 

Enseñanzas Típicas del Libro del Éxodo

Edward Dennett

 

 

Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y  han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:

 

LBLA = La Biblia de las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, Usada con permiso.

VM = Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).

 

 

Hay varias cosas bien definidas incluidas en esta sección. En primer lugar, se describe la estructura del Tabernáculo, con sus bases.

 

"Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas. La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura. Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur. Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas. Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas; y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla. Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas. Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores; las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas. De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla."

"Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente. Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro. Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras. Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte." (Éxodo 26: 15-30).

 

Prestando atención cuidadosamente a los detalles presentados, se verá que el número de las tablas que constituyen el tabernáculo era de cuarenta y ocho. Había veinte para el lado sur (versículo 18); veinte para el lado norte (versículo 20); seis para el lado del tabernáculo que miraba al oeste (occidente) (Versículo 22); y dos para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores (versículo 23) —constituyendo el total de cuarenta y ocho. Observen, luego, que cada una de esas tablas tenías dos espigas (versículo 17); y cada espiga tenía como su base, o fundamento, una base (basa) de plata (versículos 19 y 25). Adicionalmente, había cuatro bases bajo las columnas para el velo de obra primorosa (versículos 32, 33); de modo que había cien bases de plata debajo y soportando la estructura del Tabernáculo.

 

(1) Comenzando, entonces, en la base, se puede considerar, en primer lugar, la enseñanza típica de las bases de plata. Dejando, no obstante, la exposición plena de ella hasta que lleguemos al tema en el capítulo 30, será suficiente indicar ahora sus perfiles. Encontramos, entonces, que cuando el pueblo fue censado, cada hombre debía dar medio siclo de plata a Jehová como rescate por su persona, para que el rico diese lo mismo que el pobre, y el pobre lo mismo que el rico; y para que este dinero de "expiación" fuera designado para el servicio del tabernáculo. (Éxodo 30: 11-16). En otra Escritura, se declara que la suma dada así ascendió a cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos; y que los cien talentos se usaron para las bases de las tablas, etc., y el resto para los ganchos (o capiteles) de las columnas, etc. (Éxodo 38: 27, 28). De este modo, es evidente que las bases de plata, habiendo sido hechas del dinero del rescate, son una figura de la expiación, de la sangre de Cristo, que Él dio en rescate por muchos. (Mateo 20:28). Es aludiendo a esto, y a Números 31: 49-54 que Pedro escribe a los creyentes Judíos, "no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata" (1ª. Pedro 1:18 – LBLA). La verdad bienaventurada enseñada es, por tanto, que la morada de Dios se fundamenta sobre la redención, la redención que ha sido efectuada a través de la sangre preciosa de Cristo. Pero la morada de Dios se compone ahora de creyentes, y de ahí que la iglesia como tal, y cada creyente individual como formando parte de la iglesia (ya que todo Israelita de la edad requerida estaba representado en el dinero de expiación), se sitúan delante de Dios sobre el fundamento seguro y eficaz de la expiación cumplida. El terreno de la posición de cada creyente es la sangre preciosa de Cristo, y por eso Él aparece ante Dios en todo su inefable e infinito valor.

 

Ahora bien, tal como se explicó, había cien de estas bases —es decir, diez veces diez. Diez es el número de la responsabilidad hacia Dios. La sangre de Cristo, por tanto, representada por la plata, ha cumplido con la expresión más elevada de nuestra responsabilidad hacia Dios, —ha llevado a cabo una expiación adecuada — adecuada plenamente— a todas las demandas de Dios, y por eso nos limpió completamente y para siempre. Bien puede el alma, en la percepción de esta obra perfecta, exclamar gozosamente,

 

"En Cristo la Roca sólida estoy de pie,

Todo otro terreno se hunde en la arena" [*]

 

[*] Traducción libre del Inglés al Español del coro del Himno "The Solid Rock". Se puede oír la melodía y leer la letra en Inglés y Español  en el siguiente sitio web: http://www.cyberhymnal.org/htm/m/y/myhopeis.htm

 

(2) Consideremos ahora las tablas; y en primer lugar, en cuanto a su material, forma, y longitud. Estaban hechas de los mismos materiales del arca, y de la mesa de los panes de la proposición —de madera de Sittim (especie de acacia), cubierta con oro (Éxodo 26: 15, 29). Ellas se refieren, por tanto, a Cristo de manera primordial; pero también, como se verá, al creyente. Cada tabla tenía dos espigas —las cuales encajaban en sus respectivas bases de plata. Dos en la Escritura es el número del testimonio adecuado; como, por ejemplo, "Por boca de dos o de tres testigos se decidirá todo asunto." (2ª. Corintios 13:1, Deuteronomio 19:15). Cada tabla contenía en sí misma, por tanto, un testimonio adecuado al valor y la plenitud de la expiación sobre la cual reposa. (Compárese con 1ª. Juan 5:6). La longitud de cada tabla era de diez codos. (Éxodo 26:16). Esto señala, nuevamente, a la responsabilidad hacia Dios —de aplicación, en este caso, a los creyentes. Teniendo una posición delante de Dios sobre el terreno de la redención, jamás se ha de olvidar la responsabilidad. La posición es, de hecho, la medida de ella; y, conforme a esto, cada tabla era de diez codos de largo.

 

En conjunto, como hemos visto, su número era de cuarenta y ocho —es decir, doce veces cuatro. Doce es la perfección administrativa mostrada en toda su integridad en Cristo, o, si se toman las tablas en relación con la morada divina, mediante la casa de Dios. Lo primero será presenciado durante el milenio; y, en un aspecto, lo segundo también, ya que Cristo no reinará aparte de la iglesia. Los dos números, doce y cuatro, son así característicos de la ciudad santa, la Nueva Jerusalén. Puede ser que la Iglesia formada en Pentecostés en Jerusalén, organizada bajo los doce apóstoles, fuese una sombra pasajera de esta perfección administrativa.

 

Una cosa más es evidente —la provisión hecha para la seguridad de ellas cuando se asentasen en sus bases de plata. Había cinco barras de madera de Sittim en cada lado, que se colocaban a través de argollas (o anillos) de oro (Éxodo 26: 26-29); y, además, las tablas se unían en las esquinas mediante argollas (versículo 24). La argolla (o anillo) es un símbolo de seguridad —no existiendo final para ella (por ser un círculo); y, por consiguiente, ya que las barras eran para fortalecer y asegurar la estructura, las dos unidas bien pueden significar la seguridad eterna. Y de esto disfrutan tanto la iglesia como el creyente individual. Con respecto a la primera, el propio Señor dijo, "sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Mateo 16:18); y de los últimos, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10: 27, 28).

 

Una vez completadas las tablas, han de ser colocadas después en sus lugares. Y observen que, una vez más, a Moisés se le advirtió que hiciera todo conforme al modelo que había visto en el monte. Debía ser verdaderamente una "representación y sombra de las cosas celestiales" (Hebreos 8:5 – VM), y, por consiguiente, no había espacio para pensamientos o imaginación humanos. La parte de Moisés era la obediencia y la fidelidad en la ejecución del diseño celestial. Así es ahora en cuanto a la fidelidad a la Palabra de Dios, la obediencia a cada parte de ella, ya que es lo que Dios demanda de los creyentes en relación con Su iglesia. Una vez que se admiten las regulaciones humanas, la autoridad humana, la iglesia deja, en ese caso, de ser un testigo verdadero para Dios. Esta es la tercera vez que se ha presentado este mandato —mostrando la importancia de la obediencia ante los ojos de Dios.

 

Edward Dennett

 

Traducido del Inglés por: B.R.C.O. – Noviembre 2012.-

Título original en inglés:
TYPICAL TEACHINGS OF EXODUS - The Framework of the Tabernacle (Exodus 26: 15-30) ,
by Edward Dennett
Traducido con permiso

Versión Inglesa
Versión Inglesa

ir a la página principal de COMENTARIOS DE LOS LIBROS DE LA SANTA BIBLIA

ir a la página principal de EDIFICACIÓN ESPIRITUAL CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD