LA
ESTRUCTURA DEL TABERNÁCULO
Éxodo 26: 15-30
Enseñanzas Típicas del Libro
del Éxodo
Edward Dennett
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas
de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las
comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:
LBLA
= La Biblia de las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman
Foundation, Usada con permiso.
VM
= Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada
por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).
Hay varias cosas bien
definidas incluidas en esta sección. En primer lugar, se describe la estructura
del Tabernáculo, con sus bases.
"Y harás para el
tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas. La longitud de cada
tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura. Dos espigas tendrá cada
tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. Harás,
pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur. Y
harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de
una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos
espigas. Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas; y
sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo
de otra tabla. Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás
seis tablas. Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los
dos ángulos posteriores; las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se
juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las
dos esquinas. De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata,
dieciséis basas; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra
tabla."
"Harás también cinco
barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, y cinco
barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las
tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente. Y la barra de en medio
pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro. Y cubrirás de oro las
tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también
cubrirás de oro las barras. Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te
fue mostrado en el monte." (Éxodo 26: 15-30).
Prestando atención
cuidadosamente a los detalles presentados, se verá que el número de las tablas
que constituyen el tabernáculo era de cuarenta y ocho. Había veinte para el lado
sur (versículo 18); veinte para el lado norte (versículo 20); seis para el lado
del tabernáculo que miraba al oeste (occidente) (Versículo 22); y dos para las
esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores (versículo 23) —constituyendo
el total de cuarenta y ocho. Observen, luego, que cada una de esas tablas
tenías dos espigas (versículo 17); y cada espiga tenía como su base, o
fundamento, una base (basa) de plata (versículos 19 y 25). Adicionalmente,
había cuatro bases bajo las columnas para el velo de obra primorosa (versículos
32, 33); de modo que había cien bases de plata debajo y soportando la
estructura del Tabernáculo.
(1) Comenzando, entonces,
en la base, se puede considerar, en primer lugar, la enseñanza típica de las
bases de plata. Dejando, no obstante, la exposición plena de ella hasta que
lleguemos al tema en el capítulo 30, será suficiente indicar ahora sus
perfiles. Encontramos, entonces, que cuando el pueblo fue censado, cada hombre
debía dar medio siclo de plata a Jehová como rescate por su persona, para que
el rico diese lo mismo que el pobre, y el pobre lo mismo que el rico; y para
que este dinero de "expiación" fuera designado para el servicio del
tabernáculo. (Éxodo 30: 11-16). En otra Escritura, se declara que la suma dada
así ascendió a cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos; y que
los cien talentos se usaron para las bases de las tablas, etc., y el resto para
los ganchos (o capiteles) de las columnas, etc. (Éxodo 38: 27, 28). De este
modo, es evidente que las bases de plata, habiendo sido hechas del dinero del
rescate, son una figura de la expiación, de la sangre de Cristo, que Él dio en
rescate por muchos. (Mateo 20:28). Es aludiendo a esto, y a Números 31: 49-54
que Pedro escribe a los creyentes Judíos, "no fuisteis redimidos
de vuestra vana manera de
vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o
plata" (1ª. Pedro 1:18 – LBLA). La verdad bienaventurada enseñada es, por
tanto, que la morada de Dios se fundamenta sobre la redención, la redención que
ha sido efectuada a través de la sangre preciosa de Cristo. Pero la morada de
Dios se compone ahora de creyentes, y de ahí que la iglesia como tal, y cada
creyente individual como formando parte de la iglesia (ya que todo Israelita de
la edad requerida estaba representado en el dinero de expiación), se sitúan
delante de Dios sobre el fundamento seguro y eficaz de la expiación cumplida.
El terreno de la posición de cada creyente es la sangre preciosa de Cristo, y
por eso Él aparece ante Dios en todo su inefable e infinito valor.
Ahora bien, tal como se explicó, había cien de
estas bases —es decir, diez veces diez. Diez es el número de la responsabilidad
hacia Dios. La sangre de Cristo, por tanto, representada por la plata, ha
cumplido con la expresión más elevada de nuestra responsabilidad hacia Dios,
—ha llevado a cabo una expiación adecuada — adecuada plenamente— a todas las
demandas de Dios, y por eso nos limpió completamente y para siempre. Bien puede
el alma, en la percepción de esta obra perfecta, exclamar gozosamente,
"En Cristo la Roca sólida estoy de pie,
Todo otro terreno se hunde en la arena" [*]
[*] Traducción libre del Inglés al Español del coro
del Himno "The Solid Rock". Se puede oír la melodía y leer la letra
en Inglés y Español en el siguiente
sitio web: http://www.cyberhymnal.org/htm/m/y/myhopeis.htm
(2) Consideremos
ahora las tablas; y en primer lugar, en cuanto a su material, forma, y
longitud. Estaban hechas de los mismos materiales del arca, y de la mesa de los
panes de la proposición —de madera de Sittim (especie de acacia), cubierta con
oro (Éxodo 26: 15, 29). Ellas se refieren, por tanto, a Cristo de manera
primordial; pero también, como se verá, al creyente. Cada tabla tenía dos
espigas —las cuales encajaban en sus respectivas bases de plata. Dos en la
Escritura es el número del testimonio adecuado; como, por ejemplo, "Por
boca de dos o de tres testigos se decidirá todo asunto." (2ª. Corintios
13:1, Deuteronomio 19:15). Cada tabla contenía en sí misma, por tanto, un
testimonio adecuado al valor y la plenitud de la expiación sobre la cual
reposa. (Compárese con 1ª. Juan 5:6). La longitud de cada tabla era de diez
codos. (Éxodo 26:16). Esto señala, nuevamente, a la responsabilidad hacia Dios
—de aplicación, en este caso, a los creyentes. Teniendo una posición delante de
Dios sobre el terreno de la redención, jamás se ha de olvidar la
responsabilidad. La posición es, de hecho, la medida de ella; y, conforme a
esto, cada tabla era de diez codos de largo.
En
conjunto, como hemos visto, su número era de cuarenta y ocho —es decir, doce
veces cuatro. Doce es la perfección administrativa mostrada en toda su
integridad en Cristo, o, si se toman las tablas en relación con la morada
divina, mediante la casa de Dios. Lo primero será presenciado durante el
milenio; y, en un aspecto, lo segundo también, ya que Cristo no reinará aparte
de la iglesia. Los dos números, doce y cuatro, son así característicos de la
ciudad santa, la Nueva Jerusalén. Puede ser que la Iglesia formada en
Pentecostés en Jerusalén, organizada bajo los doce apóstoles, fuese una sombra
pasajera de esta perfección administrativa.
Una cosa
más es evidente —la provisión hecha para la seguridad de ellas cuando se
asentasen en sus bases de plata. Había cinco barras de madera de Sittim en cada
lado, que se colocaban a través de argollas (o anillos) de oro (Éxodo 26:
26-29); y, además, las tablas se unían en las esquinas mediante argollas
(versículo 24). La argolla (o anillo) es un símbolo de seguridad —no existiendo
final para ella (por ser un círculo); y, por consiguiente, ya que las barras
eran para fortalecer y asegurar la estructura, las dos unidas bien pueden
significar la seguridad eterna. Y de esto disfrutan tanto la iglesia como el
creyente individual. Con respecto a la primera, el propio Señor dijo, "sobre
esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra
ella." (Mateo 16:18); y de los últimos, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo
las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni
nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10: 27, 28).
Una vez
completadas las tablas, han de ser colocadas después en sus lugares. Y observen
que, una vez más, a Moisés se le advirtió que hiciera todo conforme al modelo
que había visto en el monte. Debía ser verdaderamente una "representación
y sombra de las cosas celestiales" (Hebreos 8:5 – VM), y, por
consiguiente, no había espacio para pensamientos o imaginación humanos. La
parte de Moisés era la obediencia y la fidelidad en la ejecución del diseño
celestial. Así es ahora en cuanto a la fidelidad a la Palabra de Dios, la
obediencia a cada parte de ella, ya que es lo que Dios demanda de los creyentes
en relación con Su iglesia. Una vez que se admiten las regulaciones humanas, la
autoridad humana, la iglesia deja, en ese caso, de ser un testigo verdadero
para Dios. Esta es la tercera vez que se ha presentado este mandato —mostrando
la importancia de la obediencia ante los ojos de Dios.
Edward
Dennett
Traducido
del
Inglés por: B.R.C.O. – Noviembre 2012.-
Título original en inglés: TYPICAL TEACHINGS OF EXODUS - The Framework
of the Tabernacle (Exodus 26: 15-30) , by Edward Dennett
Versión Inglesa |
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