LA MESA DEL
PAN DE LA PROPOSICIÓN
Éxodo 25: 23-30
Enseñanzas Típicas del Libro del Éxodo
Edward Dennett
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas
de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las
comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:
RVA
= Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial
Mundo Hispano).
TA
= Biblia Torres Amat.
VM
= Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada
por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).
El arca, con el propiciatorio y los querubines,
era lo único que ocupaba el lugar santísimo. Nada más se podía hallar en la
morada inmediata de Dios. Pero pasando desde adentro a través del velo
(suponiendo, por un momento, que el tabernáculo ya ha sido erigido) se entra en
el lugar santo —la escena del servicio habitual del sacerdote. Había aquí tres
enseres —la mesa del pan de la proposición (o pan de la Presencia), el
candelabro de oro puro, y el altar del incienso— aunque el último no se
describe aún.
Tenemos que considerar ahora el primero de
estos en el orden, tal como es presentado aquí —la mesa del pan de la
proposición.
"Harás asimismo una mesa de madera de
acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de
codo y medio. Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro
alrededor. Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de
anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. Y le harás cuatro
anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a
sus cuatro patas. Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las
varas para llevar la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás
de oro, y con ellas será llevada la mesa. Harás también sus platos, sus
cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los
harás. Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí
continuamente." (Éxodo 25: 22-30).
La composición de la mesa es la misma que la del arca. Estaba
hecha de madera de Sittim (especie de acacia), y cubierta con oro puro
(versículos 22-25). El significado, por tanto, será el mismo —la madera de
Sittim presentando lo que es humano, y el oro lo que es divino. Se trata,
entonces, de Cristo, de Cristo en Sus naturalezas humana y divina combinadas en
Su persona única. Esta es, de hecho, la hermosura de todo lo relacionado con el
tabernáculo. Es Cristo en todas partes, Cristo en Sí mismo o en alguna de Sus
variadas perfecciones y glorias.
El pan sobre la mesa. Es en el libro de Levítico donde
encontramos los detalles de los panes —"Toma harina fina, y haz con ella
doce panes. Cada pan será de dos décimas de efa. Los colocarás en dos hileras,
seis en cada hilera, sobre la mesa de oro puro, delante de Jehovah. Pondrás
también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como memorial, una
ofrenda quemada a Jehovah. Cada sábado (día de reposo) los colocarás
continuamente en orden delante de Jehovah, de parte de los hijos de Israel como
pacto perpetuo. Serán para Aarón y para sus hijos, quienes los comerán en un
lugar santo, porque es cosa muy sagrada para él, de las ofrendas quemadas para
Jehovah. Esto es un estatuto perpetuo." (Levítico 24: 5-9; RVA).
(1) Los panes, o tortas, se hacían de harina
fina (o flor de harina). Esto señala inmediatamente a la oblación que, de igual
manera, se hacía de harina fina, añadiéndole aceite e incienso (véase Levítico
2). No se menciona levadura alguna, mientras que en "los dos panes para
ofrenda mecida" (Levítico 23:17) la levadura es especificada expresamente
—por la razón obvia de que, en este caso, los panes representan la iglesia, y
por tanto, la levadura —emblema del mal— se encuentra en ellos. Pero la harina
fina es un tipo de la humanidad de Cristo, y por eso los panes de la
preposición no tienen levadura, siendo Él santo, inocente, absolutamente sin
pecado.
(2) Los panes (o tortas) se horneaban. Exponen,
por tanto, a Cristo como habiendo sido expuesto a la acción del fuego —el
juicio de la santidad de Dios por el cual Él fue escudriñado y probado cuando
estuvo en la cruz, y se halló que respondió, y respondió perfectamente, su
demanda misma.
(3) La cantidad era de doce panes —seis en cada
hilera. De igual manera, sobre los hombros del sumo sacerdote, estaban los
nombres de seis tribus en una de ellas, y los nombres de seis tribus en la
otra. Los panes señalan, igualmente, a las doce tribus de Israel. El número
doce significa perfección administrativa de gobierno en el hombre, y de este
modo hubo doce tribus, doce apóstoles, doce puertas, y doce cimientos en la
santa ciudad, la nueva Jerusalén (Apocalipsis 21: 9-27). (Véase como
ilustración de este significado, Mateo 19:28). Se puede tomar los doce panes
como representando a Israel en sus doce tribus; y esto nos dará, en relación
con la significancia del número doce, a Dios revelado en Cristo en asociación
con Israel (ya que Cristo fue del linaje de David, y heredero de su trono –
Lucas 1:32) en perfección de gobierno. Esto se mostrará según las predicciones
de los profetas (por ejemplo, Salmo 72) en el milenio. Pero los panes estaban
sobre la mesa, y por eso, por otra parte, Israel es visto en asociación con
Cristo delante de Dios.
(4) Se debería tomar nota de otra cosa. "Pondrás
también sobre cada hilera incienso puro, y será para el pan como perfume,
ofrenda encendida a Jehová." (Levítico 24:7). El incienso tipifica la
dulce fragancia de Cristo para Dios. Observen, por tanto, que Israel en sus
doce tribus es presentada siempre delante de Dios, cubierta con toda la
fragancia de Cristo, y mantenido allí a través de toda la noche de su
incredulidad en virtud de lo que Él es, y de lo que Él ha hecho —la promesa
cierta de su futura restauración y bendición. De ahí que los panes (o tortas)
debían ser colocados "continuamente en orden delante de Jehová, en nombre
de los hijos de Israel, como pacto perpetuo." (Levítico 24:8). Puede ser
que ellos sean incrédulos, como lo han sido, pero Dios no se puede negar a Sí
mismo; Él permanece fiel, y como consecuencia, aunque ellos han sido esparcidos
a través de todo el mundo debido a su incredulidad, Él, no obstante, realiza
Sus consejos de misericordia y verdad, y los junta de los cuatro confines de la
tierra, y los reinstala en su tierra en plenitud de bendición —bendición que
será establecida y asegurada en Él, el cual es simbolizado por la mesa de los
panes de la proposición (o, de la Presencia).
Se puede obtener una ilustración de esto a
partir de la moldura (o borde) de la mesa:
"Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y
harás a la moldura una cornisa de oro alrededor." (Éxodo 25:25). Es muy
claro que el objeto de esta moldura era mantener los panes en su posición; y si
se toma la cornisa de oro ornamental como un emblema de la gloria divina de
Cristo, la lección enseñada será que Israel está asegurado en su posición a
través de Cristo delante de Dios por todo lo que Él es como siendo divino; no,
aún más, que Su gloria divina está involucrada en mantenerlos en ella, así como
en preservarles para toda la bendición que Él mismo ha asegurado, y en la que
ellos, por tanto, entrarán ciertamente un día. Pero hay más que la posición de
Israel en este símbolo. Abarca, en principio, la posición de cada creyente. Allí,
en el lugar santo, siempre ante los ojos de Dios, cubierto con la grata
fragancia del incienso, el creyente es visto en Cristo. Es, en efecto, la
presentación perfecta del creyente a Dios. En otras palabras, se trata de nuestra
aceptación en el Amado.
Podemos considerar ahora el pan como comida
para los sacerdotes. "Y será de Aarón y de
sus hijos, los cuales lo comerán en lugar santo; porque es cosa muy santa para
él, de las ofrendas encendidas a Jehová, por derecho perpetuo." (Levítico
24:9). Comer indica identificación y comunión con la cosa que se come. Esto es
sacado a la luz expresamente por el apóstol Pablo en su enseñanza concerniente
a la mesa del Señor. "El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo
de Cristo?" (1ª. Corintios 10:16). "Porque todos los que participamos
del mismo pan, bien que muchos, venimos a ser un solo pan, un solo cuerpo."
(1ª. Corintios 10:17 – TA). Lo mismo sucedía con los sacerdotes. Por ejemplo,
ellos también comían de la ofrenda por el pecado en ciertos casos (Levítico
6:26), con lo cual se identificaban con ella. Comer pan de la proposición es,
por tanto, un símbolo del hecho de que Cristo, como el Sacerdote, se identifica
siempre con Israel delante de Dios. Se observará que se debía comer solamente
en el lugar santo. Se trata, entonces, de Cristo en comunión con los
pensamientos de Dios, identificándose Él mismo con las doce tribus en el ejercicio
de Su sacerdocio. Esto trae ante nosotros un aspecto muy bienaventurado de
verdad. Todos admiten que Él es el Sumo Sacerdote de esta dispensación (época);
pero no se tiene suficientemente en mente que, no obstante la incredulidad de
Israel, Él se identifica a Sí mismo con ellos delante de Dios en Su cargo
sacerdotal, y que saldrá del Lugar Santísimo, en el que ha entrado como
Melquisedec, y será un Sacerdote sobre Su trono sobre un pueblo dispuesto.
"Enviará Jehová desde Sión la vara de tu poder; ¡domina tú en medio de tus
enemigos! Tu pueblo se presentará como ofrendas voluntarias en el día de tu
poder, ataviados con los adornos de la santidad: como el rocío que cae del seno
del alba, así te será tu valiente juventud. Juró Jehová, y no se arrepentirá:
¡Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec!" (Salmo
110: 2-4; VM).
Tenemos, a continuación, la provisión
para el traslado. "Y le harás cuatro anillos de
oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas.
Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar
la mesa. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con
ellas será llevada la mesa." (Éxodo 25: 26-28). Los hijos de Israel eran
peregrinos en el desierto, y por eso el tabernáculo y todos sus enseres se
hicieron para ellos en este carácter, y los acompañaban en todas sus andanzas.
Cristo está siempre con Su pueblo; y los anillos y varas, igualmente con la
mesa misma, compuestos de oro y de madera de Sittim (especie de acacia),
señalaban a Él como el Dios-hombre. Pero los detalles para el transporte de la
mesa, cuando había que ponerse en marcha, se dan en el libro de Números. "Sobre
la mesa de la proposición extenderán un paño azul, y pondrán sobre ella las
escudillas, las cucharas, las copas y los tazones para libar; y el pan continuo
estará sobre ella. Y extenderán sobre ella un paño carmesí, y lo cubrirán con
la cubierta de pieles de tejones; y le pondrán sus varas." (Números 4: 7,
8). Se observará que la cubierta interior es un paño de azul —símbolo de lo que
es celestial; luego, un paño carmesí —siendo el carmesí un emblema de la gloria
humana o de la realeza Judía; y en el exterior venía la cubierta de pieles de
tejones —un tipo de protección del mal como una consecuencia de la santa
vigilancia. Con respecto al todo, a saber, la mesa con sus panes de la
proposición como Cristo en asociación con Israel, a ser exhibido en perfección
de gobierno administrativo, el significado de este arreglo será evidente. El
paño de azul estaba inmediatamente sobre el oro; es decir, el carácter
celestial de Cristo estaba en asociación íntima con lo que Él era como divino.
El carmesí venía después —realeza, o gloria humana, porque en el desierto no
había llegado aún el tiempo para su manifestación. Eso estará relacionado con
el reino a Su venida. Las pieles de tejones están, por tanto, en el exterior,
como ocultando Su gloria humana o real, y como expresando esa vigilancia santa
que Le guardó, en todo aspecto, mientras estaba en las circunstancias del
páramo.
Todos los utensilios relacionados con la mesa
estaban hechos de oro (Éxodo 25:9), todos significativos de lo que era divino,
como correspondía al servicio de Uno que era realmente Dios manifestado en
carne, y que será confesado en el día futuro de la bendición de Israel como su
Señor y su Dios. Se verá así, que cada detalle, así como la mesa completa,
habla de Cristo. ¡Que puedan nuestros ojos estar abiertos para percibir cada
aspecto de Su persona y obra como nos las presenta el Espíritu de Dios!
Edward Dennett
Traducido del Inglés por: B.R.C.O. – Noviembre 2012.-
Título original en inglés: TYPICAL TEACHINGS OF EXODUS - The Table
of Showbread (Exodus 25: 23-30) , by Edward Dennett
Versión Inglesa |
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