LAS GRANDES PROFECÍAS DE DANIEL (William Kelly) PREFACIO - Las grandes profecías de Daniel (W. Kelly) |
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LAS GRANDES PROFECÍAS DE DANIEL Una serie de conferencias sobre Las Profecías y Principios del Libro de Daniel por William Kelly PREFACIO Estas conferencias acerca del Libro de
Daniel fueron taquigrafiadas e impresas por primera vez alrededor de cuarenta
años atrás (1857), con una muy leve corrección en una edición más tardía. Sería
fácil rellenar detalles y mejorar la forma literaria de ellas. Pero tal como
están, ellas han ayudado a no pocas almas, y no menos desde que Gran Bretaña y
los Estados Unidos de Norteamérica han sido seducidos en su creciente empeño de
correr en pos de esa culpable y fulminante locura de moda que se denomina a sí
misma con el nombre de 'Alta Crítica'.
¿Qué cosa es ella, en lo principal, sino un revivir del antiguo Deísmo
Británico, auxiliado por estratagemas de incredulidad extranjera, y decorado
con la moderna erudición Alemana o su imitación nacional? Sin embargo, todo
ello fracasa en su intención de encubrir la hostilidad hacia la inspiración de
Dios, y el esfuerzo incesante que se lleva a cabo para minimizar el milagro
real y la verdadera profecía, donde, como en este país (a saber, Inglaterra),
los hombres no se atreven aún a negarlos enteramente. Los tristemente
célebres 'Ensayos de Oxford', los cuales hicieron
surgir fuertes sentimientos en una generación ya pasada, son dejados
completamente atrás. Los Disidentes compiten con los Nacionalistas (Episcopales
o Presbiterianos), los Metodistas con los Congregacionalistas, y últimamente,
los Ritualistas con los Racionalistas declarados, en mostrarse ellos mismos
como estando al día en cuanto al libre pensamiento; como si la verdad revelada
de Dios fuese un asunto de progreso científico. ¡Qué gozo da esto a los
abiertamente incrédulos, quienes no pueden sino saludar esta situación como el
triunfo de su desprecio por Su Palabra! No se trata ahora solamente de hombres
profanos, como en el siglo 18, sino de profesantes religiosos, de dignatarios
eclesiásticos en los varios cuerpos o las varias así llamadas 'iglesias' de la
Cristiandad, y
particularmente aquellos que ocupan puestos teológicos y lingüísticos de
relevancia en las Universidades y Facultades en todo el mundo, quienes llegan a
estar cada vez más contagiados de esta mortal infección. ¡Cuán lamentable! se
trata de los seguros predecesores de esa "apostasía" que el gran
apóstol, desde casi el principio de su testimonio escrito, dijo que debía venir
antes de que el día del Señor llegue. (2ª. Tesalonicenses 2: 2, 3). Tomen,
como un ejemplo reciente (y se
trata sólo de un ejemplo de entre muchos en la conspiración contra la
Escritura), el caso de la contribución del Decano de Canterbury (Inglaterra)
acerca del Libro de Daniel al volumen de comentarios 'El Expositor Bíblico'. El
auto-engaño puede ocultar mucho a sus
víctimas, pero ningún creyente debería dudar en decir, "Un
enemigo ha hecho
esto." (Mateo 13: 28). Al mismo tiempo que este Decano (a saber, el Decano
Farrar) reclamaba para el Libro de Daniel un lugar 'indisputable e indiscutible'
en el Canon, ¡piensen en la
infatuación que significa el hecho de que él negara abierta e
incondicionalmente su legitimidad y autenticidad! Y cito textualmente: «Nunca ha significado
la más mínima
diferencia en mi reverente (sic) aceptación de ello el hecho de que yo haya
estado convencido por muchos años que este libro no puede ser considerado como
historia literal o predicción antigua.» Con todo, tales personas presumen
estar motivadas sencillamente por el amor a la verdad; pues ellos confunden
esto con lo contrario del amor que es el dudar. ¡Es lamentable! ellos están
bajo "el espíritu de error." (1ª. Juan 4:6); o, del modo que Judas
advierte, "Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que
por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales." (Judas
10). ¡Que el Cristiano pueda guardar la Palabra de Cristo, y no niegue Su
Nombre! William
Kelly Cannes
(Francia), Abril de 1897 Traducido
por: B.R.C.O. - Abril 2008.- REGRESAR A SITIO PRINCIPAL DE "EDIFICACIÓN CRISTIANA EN GRACIA Y VERDAD" |
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