PELIGROS ACTUALES
El Estado Moral del Creyente
• Nunca insistiremos bastante sobre la necesidad de que
el creyente se mantenga en un estado moral que
le permita tener en todo la aprobación y la comunión
del Señor.
• Un peligro que existe hoy entre los cristianos es que hablemos de las cosas de Dios, que nos ocupemos de ellas, sin realizar su
Presencia en nuestros corazones, ni Su comunión, que lo hagamos SIN DIOS. El fundamento, la condición, de toda actividad
cristiana ha de ser el estado moral correspondiente. El olvido de este principio perjudica a los creyentes y
puede apartarles irremediablemente
del camino del Señor.
• Llegamos a profanar las cosas santas por la costumbre de tener contacto con ellas; es
decir, que cuando un cristiano se
halla en mal estado moral, cuando hay algo que reprender en su conducta o actividad, no será la costumbre de ocuparse de las
cosas santas lo que le hará gozar de las mismas. Por eso, en vez de proporcionarle el
gozo de
su comunión por la lectura de su
Palabra, Dios le cierra Su Libro, y obra en aquel creyente para que confiese
sus inconsecuencias y enderece sus pasos.
• Es, pues, un error, y también un peligro,
el influenciar a creyentes, y sobre todo a jóvenes, para que se ocupen de un servicio en las cosas de Dios, ANTES de
enseñarles y exhortarles a ejercitarse
ellos mismos para hallarse en un estado moral conveniente;
y es un gran error si les llevamos a ocuparse de la Palabra de Dios para que ellos la expliquen a otros.
• ¿Cuál es la cosa más deseable para una asamblea? ¿Es que haya en ella mucha actividad o muchas demostraciones exteriores? ¡No!, hermanos. Lo que se ha de desear más es
la realización de la presencia de Dios. Si esta presencia es
realizada, habrá edificación, pues lo que se enseñará de parte de Dios, será recibido de Su parte. Pero, para realizar Su presencia es imprescindible que nuestro estado moral se corresponda con la
misma. La bendición divina,
que dimana de la presentación de la Palabra, es inseparable del estado
moral de aquellos que integran la asamblea.
Mezcla de Error y Verdad
El hecho de que el creyente pierda de vista la verdad de la Palabra, puede llevarle a aceptar un error,
y así es como uno se aparta de la Verdad.
Himeneo y Fileto no habían comprendido la posición del creyente como estando muerto y resucitado con Cristo
(1 Timoteo 1:20; 2 Timoteo 2: 16-18). Ellos torcían
algunas Escrituras, diciendo que la resurrección ya se había efectuado. Se apartaban de la verdad e inducían a las almas al error. Del mismo modo oímos,
a veces, a personas que hablan de tal o cual verdad cristiana, y por, este motivo se les sigue y se les aprueba.
Pero basta que aquellas personas admitan un solo error para que haya peligro de que aparten a otras de la Verdad, como hicieron Himeneo y Fileto, quienes «trastornaban
la fe de algunos.» Como se ha dicho muy acertadamente, las peores herejías provienen generalmente de una doctrina de la Palabra, sacada
de su lugar o contexto.
Estemos alerta, hermanos; mezclar el error y la verdad ES LA OBRA DEL
ENEMIGO, y al hacerlo, él propaga
errores que
acaban por apartar a los santos de la Verdad. Concédanos el Señor una
santa energía para velar y luchar para que EN EL SENO DE LAS ASAMBLEAS, los
hermanos rechacemos toda mezcla de error y de verdad, y guardemos
la Verdad en toda su pureza. Velemos en cuanto a lo que leemos, hermanos. Si
en un libro vemos que el error va mezclado con la verdad, RECHACÉMOSLO SIN
VACILAR: no es, no puede ser la Verdad de nuestro Dios. Si acaso estamos en contacto, o nos hallamos
con un grupo de cristianos entre los cuales se tolera, o se propaga,
la influencia del error sobre la verdad, DEBEMOS APARTARNOS, y cortar este contacto. Hay peligro permanente para
los creyentes si no permanecen en la Verdad.
Asociaciones Mundanales
y Religiosas
• La Palabra de Dios nos exhorta, también,
contra el peligro que representan las asociaciones mundanales y religiosas. Creemos,
a veces, que fortalecemos el testimonio aumentando el número de aquellos
que lo integran. ¡Es un error grave! Al permitirnos asociaciones
que la Palabra condena, debilitamos el testimonio. Nunca hallaremos una fuente de fuerza y energía espiritual en las
asociaciones religiosas, es decir, con los sistemas de la Cristiandad; muy al
contrario, es una causa de flaqueza individual, y lo es también para las asambleas La fuerza se halla en
Dios solamente, y, en la práctica, únicamente en aquellos
que confían sólo
en Él.
• Si meditamos acerca de Levítico 19:19, hallamos
enseñanzas corroboradas
por 2 Corintios 6: 14-17 y 7:1. Este versículo destaca tres puntos o enseñanzas:
1. "Tocante a tu ganado, no harás ayuntar dos animales de
especies distintas" (Levítico 19:19 - VM); esto se corresponde
con 2 Corintios 6:14 y 15: "No os unáis en yugo desigual
con los incrédulos": son las asociaciones con el mundo.
2. "No sembrarás tu campo con mezcla de dos clases de semillas" 8Levítico 19:19 - VM); esto se corresponde con 2 Corintios 6: 16 y 17: " ¿Y qué acuerdo hay entre
el templo de Dios y los ídolos?... Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor": se trata de las
asociaciones religiosas. No podemos servirnos de dos semillas distintas
en el campo de Dios.
3. "Nno te pondrás vestidos
con mezcla de hilos", es decir, "vestido tejido con mezcla de dos materiales distintos, no te lo pondrás" (Levítico
19:19 - VM). Este mandamiento se corresponde con
2 Corintios 7:1: "limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu…"
(2 Corintios 7:1 - VM): es la santidad
práctica INDIVIDUAL.
• Hoy en día, y en todas partes, numerosos hermanos expresan los mismos temores y sienten la
misma aflicción. Si abandonamos el amor a Cristo, el Enemigo no dejará de presentarnos, como siendo muy hermosas y dignas de alabanza, cosas y actividades que Cristo
no puede aprobar. Ejercitémonos en la piedad en las asambleas, amados hermanos; nunca fue tan necesario. Y desconfiemos de nuestros corazones, los cuales tomarían como un pretexto la flaqueza testimonio
para tratar de justificar desobediencias formales. Si el Señor no nos ayuda, el mundo irá penetrando poco a poco en el testimonio, y la espiritualidad
desaparecerá. No olvidemos que el creyente que pertenece
al testimonio tiene una responsabilidad que no es la de aquellos que no están en comunión. Olvidar esto sería anular toda la fuerza y la significación
de la separación y el precio del testimonio.
No nos ilusionemos, hermanos. La flaqueza espiritual que va progresando en las asambleas viene del hecho de que no mantenemos
la debida separación. Nos asociamos, de un modo u otro, con personas de las cuales la Palabra
nos manda que nos separemos. Nos envenenamos espiritualmente leyendo libros y revistas en las cuales hay algo bueno y muchas
cosas malas, y así es como nos debilitamos espiritualmente. Llegamos
a carecer
de discernimiento y ya no vemos las cosas como son.
... No perdemos de vista, tampoco, que el Señor asocia los suyos a los ejercicios
y a los dolores de la Iglesia. Seamos sinceros, piadosos y verdaderos ante nuestro Dios y Padre. ¡Él puede perdonar,
restaurar, bendecir! No llamemos BIEN al MAL y MAL al BIEN.
No llamemos MENTIRA la VERDAD y VERDAD la MENTIRA. Dios es lleno de gracia y paciencia, misericordia, pero, por cierto, Su corazón sufre cuando nos ve perezosos e indiferentes a todo cuanto atañe a Su gloria.
En Apocalipsis 3:19, tenemos dos declaraciones a Laodicea: "Yo
reprendo y castigo a todos los que amo." (Apocalipsis 3:19). Reprendo: Si no nos ejercitamos
cuando Dios nos advierte, y permanecemos indiferentes, Le obligamos
a castigarnos. En la carta a Éfeso, hay una tercera declaración: "quitaré
tu candelero de su lugar" (Apocalipsis 2:5). Es una realidad el hecho de que ciertas
asambleas locales dejaron de existir por gobierno del Señor. ¡Él no habla en vano!
Hermanos amados, ni
el
abandono ni el desaliento son cosas según Dios. Aprovechemos
la oportunidad de mostrar que amamos al Señor más de
lo que hablamos. Si todos juntos tenemos
el deseo de ser fieles individualmente, y de mantener el testimonio colectivo en obediencia a la Palabra, comprobaremos la ayuda y aprobación del Señor, y el poder
del testimonio será manifestado sobre el
terreno de la separación.
(a. r.) 1949
Revista
"VIDA CRISTIANA", Año 1959, No. 41.-