LAS
PALABRAS
DEL NUEVO TESTAMENTO
"SANTIDAD"
Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han
sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las comillas
dobles (""), se indican otras versiones, tales como:
BJ = Biblia de Jerusalén
BTX = Biblia Textual, © 1999 por Sociedad Bíblica Iberoamericana, Inc.
LBLA = La Biblia de las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, Usada con permiso
NC = Biblia Nácar-Colunga
NTV = Nueva Traducción Viviente, © 2009 Tyndale House Publishers, Inc.
NVI =Santa Biblia, Nueva Versión Internacional, Copyright 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional
RVA = Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano)
SPTE = Versión de la Septuaginta en Español (del Pbro. Guillermo Jünemann Beckchaefer)
Una vez más, al tratar de términos tan importantes como este y otros de parecida índole, es indispensable que tengamos una definición
bíblica y clara de los mismos, ya que por su
continuo uso han venido a significar – en el habla corriente – una cosa diametralmente opuesta a su significado verdadero.
Bastará un ejemplo popular: a la pregunta ¿qué es un santo? o ¿Qué cosa es santidad? no cabe
la menor duda de que
se recibirá las más variadas y extraviadas respuestas. Para el común de la gente, "santo" significa 'absolutamente
perfecto', 'buenísimo'; y este concepto ha sido sancionado por los mejores léxicos de nuestro idioma castellano.
El hecho de traducir las palabras (y por consiguiente las ideas) de las Sagradas Escrituras al habla corriente
de cada pueblo es ciertamente la tarea que requiere más oración y mayor dependencia del Señor. Es precisamente en los
siglos 2 y 3 cuando – con laudable afán – los filósofos paganos convertidos al cristianismo quisieron explicar la Verdad revelada valiéndose de la terminología
filosófica helenista (griega)
que pervirtieron el sentido original de la Palabra de Dios. Sobre esta falsa base, se cimentó luego el trabajo intelectual y teológico de muchos siglos, y aún hoy día,
vemos como vastos sectores de la cristiandad padecen de este 'desquiciamiento' primitivo del cual no han podido abstraerse.
¡Solemne lección!
"SANTO" Y "SANTIFICADO"'.
– En rigor, sólo Dios es santo, las demás
personas o cosas son "santificadas". La voz "santo" aparece unas 142 veces en el Nuevo Testamento como traducción de
dos palabras griegas:
HAGIOS y HOSIOS. La primera es la declaración de la voz hebrea JESED (véase por ejemplo Deuteronomio
33:8 "varón piadoso (bueno, santo)";
Salmo 16:10; Salmo 86:2 (piadoso); Salmo 89:19; Jeremías 3:12 y Miqueas 7:2 ("misericordioso")); mientras que la segunda es traducción de KADOX (Levítico 10:10; Levítico 19:2 "Santos seréis,
porque santo soy yo Jehová vuestro Dios."; Levítico 20:7; Levítico 22:2; Deuteronomio 7:2 "misericordia";
1°. Samuel 2:2: Salmo 33:21;
Salmo 51:11; Habacuc
1:12; etc.).
Dios es KADOX (santo), conociendo perfectamente el bien y el mal, quiere el bien de modo absoluto y no el mal: así somos
separados del mal y de todo servicio profano para Dios: esto es HAGIOS.
HOSIOS, en cambio, es el ejercicio de los afectos convenientes a la relación en la cual nos
encontramos frente al Dios de gracia, o a nuestros padres; o a Cristo (en Quien dichas cualidades o misericordias se expresan). Visto que piadosos
afectos para con Dios constituyen la santidad práctica, de allí viene que HOSIOS
se utiliza en el sentido de "santo"; pero significa también "piadoso", "sagrado", "limpio", etc. (véase además sobre el uso de HOSIOS en
el Nuevo Testamento:
1ª. Timoteo 2:8; Tito
1:8; Hebreos 7:26; Apocalipsis 15:4;
Hechos 2:27; Hechos 13: 34 y
35). ('Notas de J.N.D. sobre el Nuevo Testamento')
HAGIOS, que es la voz más usada en el N. T. para "santo", significa como hemos
visto: Separado del uso profano para servir a Dios; y como tal se dice acerca de:
1°. cosas: Hechos 7:33
"tierra santa"; Mateo 24:15; Hechos 6:13: "lugar santo", el templo; también Hebreos 9: 2 y 3; "Lugar Santo", como figura
del cielo: Hebreos 8:2; Hebreos 9:8; Hebreos 10:19,
etc.; "santa ciudad",
es decir, Jerusalén,
como en Mateo 4:5; Apocalipsis
11:2; la nueva Jerusalén
de Apocalipsis 21:2; y,
finalmente, la fe y el llamamiento (vocación) del cristiano son asimismo calificadas de "santos" p. ej.: Judas 20; 2ª. Timoteo 1:9; y
el Antiguo Testamento lo es
también: Romanos 1:2.
2°. personas: Efesios
3:5, "santos apóstoles y profetas", y
también Hechos 3:21, y Lucas 1:70; o de ángeles como en Mateo 25:31; Apocalipsis 14:10, etc.; véase también 2ª. Pedro 2:21; Mateo
27:52, y 1ª. Pedro 3:5, hablando de creyentes del Antiguo
Testamento que agradaron a Dios.
En sentido más peculiar, HAGIOS se aplica de modo especial a los escogidos de Dios, o a lo
que Le es dedicado
u ofrendado: "Santa al Señor", Lucas 2: 22 y 23: "el Santo de Dios", Marcos 1:24; Juan 6:69: "y nosotros hemos creído y conocido que Tú eres el Santo de
Dios." (Juan 6:69 – BJ; BTX; LBLA; NC; NTV; NVI; RVA;
SPTE), y Juan 10:36; véase también
Hechos 4:30, y más sencillamente en 1ª. Juan 2:20: "el Santo".
De modo colectivo, se aplica también la palabra "santos" a los cristianos por haber sido separados para Cristo:
1ª. Pedro 2:9.
Resumiendo, pues,
vemos que:
1. La definición popular, e incluso académica, de la santidad difiere fundamentalmente de la Bíblica.
2. En ambos Testamentos, las mismas palabras hebreas y griegas se traducen por las españolas
"santificar", "santo" y "santidad". En sus varias formas gramaticales, su significado
uniforme es la de "apartado (o separado) para el servicio de Dios".
3. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento estas palabras se emplean para cosas
(Levítico 10:12;
Hechos 6:13) y para
personas (Levítico 19:2; Lucas 1:70).
4. Al tratarse de cosas, no implica ninguna cualidad moral; son santificadas o reputadas
santas por el hecho de haber sido apartadas para Dios (acuérdense de los vasos del Templo, por ejemplo).
5. Cuando las palabras "santidad" y "santificación" se aplican a seres humanos tienen
un triple significado:
(a) En cuanto a nuestra posición, los creyentes somos eternamente apartados para
Dios por medio de la
redención; "mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre."
(Hebreos 10: 9 y 10).
(b) En la práctica, o experiencia cristiana, los creyentes somos santificados (separados, apartados) por la obra
del Espíritu Santo por medio de la Palabra de Dios (Juan 17:17: 2ª. Corintios 3:18; Efesios 5: 25 y 26; 1ª. Tesalonicenses 5: 23 y 24).
(c) Por fin, con vista a la consumación, la completa santificación del creyente
espera la aparición del Señor en Su segunda Venida (Efesios 5:27; 1ª. Juan 3:2).
(C. I. S.).
Adaptado por P. E.
Revista "VIDA CRISTIANA", Año 1955, No. 16.-