LA
APOSTASÍA
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60).
Paul Wilson
7ª Parte
de: TÉRMINOS PROFÉTICOS
Hay mucha profecía
concerniente a esta tierra que aún debe cumplirse; y cada profecía relacionada con el futuro se cumplirá
hasta el más mínimo detalle, tal como lo hicieron aquellas profecías concernientes a ciudades y gobiernos
antiguos. Sin embargo, nosotros no debemos tratar de forzar la Escritura y hacer que los acontecimientos de hoy encajen en
la profecía. Aquellos que son verdaderos hijos de Dios pueden ver algunas sombras de acontecimientos futuros, pero
no nos es dado buscar desarrollos de profecías futuras. Todo se desarrollará con la rapidez de un relámpago
después que la Iglesia haya desaparecido de la escena, pero nuestra porción especial es esperar al propio Señor
y velar. Él ciertamente vendrá pronto para llamar a todos Sus redimidos a encontrarse con Él en el aire.
¿Cuál
será entonces la condición en esta tierra después de la partida de todo verdadero cristiano? La respuesta
a esta pregunta probablemente debería ser dividida en dos partes: en primer lugar, la que concierne a la gran profesión
cristiana sin vida que será dejada atrás, y en segundo lugar la condición del pueblo judío. El
hecho de que cada verdadero cristiano es sacado de la tierra no eliminará la profesión de cristianismo. De hecho,
parece que habrá más exhibición y pretensión que nunca por una cristiandad muerta, vacía
y corrupta. Puede haber un trastorno temporal cuando los cristianos desaparezcan repentinamente, pero el diablo estará
listo con una mentira para calmar cualquier temor de los que queden atrás. La cáscara vacía tomará
nueva vida de la amalgama y pronto se jactará de grandeza. Ello llegará a ser verdaderamente "la Gran Babilonia".
Mucho mal es tolerado
y condonado dentro del ámbito de la iglesia profesante ahora; ella será en aquel entonces "habitación
de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible". (Apocalipsis 18:
2). Tal es la descripción del temible estado de lo que comenzó en sencillez y verdad el día de Pentecostés.
(Hechos capítulo 2). Aquellos que sueñan con que el cristianismo se extienda por todo el mundo y lo convierta
para establecer eventualmente una especie de milenio en la tierra, se están desilusionando tristemente incluso ahora.
¡Qué día tan glorioso será para los salvados cuando el Señor los llame al hogar en Su venida!
¡Qué terrible comienzo y horrible final para lo que quede atrás! La cristiandad, privada de aquellos que
son verdaderos, aceptará sin inconvenientes los engaños de Satanás.
El "evangelio
de la gracia de Dios" cesará cuando el Señor venga por los Suyos, independientemente de una segura continuación
de la profesión. La puerta del evangelio que ha permanecido abierta por casi dos mil años se cerrará
repentinamente a la venida del Señor. Aquellos que han oído el mensaje de la gracia y descartaron aceptar al
Señor Jesús despertarán con consternación cuando sea demasiado tarde.
Lector, ¿de
cuál lado de esa puerta estaría usted si se cerrara ahora mismo?
Hay una falsa
enseñanza que está siendo difundida que dice que habrá otra oportunidad para aquellos que esperan demasiado
tiempo y se encuentran dejados atrás. Algunos, probablemente personas bien intencionadas, dicen que los de afuera tendrán
una oportunidad de aceptar el "evangelio del reino". Pero ¿qué dice la Escritura? Lea usted la parábola
de las diez vírgenes en el evangelio según Mateo capítulo 25. Ciertamente ella no ofrece estímulo
alguno para albergar tal idea. Había cinco vírgenes insensatas y ellas representan a millones en este y otros
países nominalmente llamados cristianos, pero ellos no han tenido ningún trato personal con Dios acerca de sus
pecados. No han aceptado al Señor Jesús como Salvador de ellos. Ellos conocen acerca del "aceite",
pero nunca lo han poseído. Nunca lo han ‘comprado’. Comprar sugiere más que el conocimiento de una
cosa; implica el cierre de una transacción para que ello llegue a ser de uno. Después que las "insensatas"
se encuentren dejadas atrás, ellas buscarán ser admitidas, sólo para oír esas terribles palabras
irrevocables: "No os conozco".
Oh lector, si
usted todavía no es salvo no juegue más con la oferta de misericordia de Dios, ni ponga su confianza en ninguna
falsa esperanza de otra oportunidad, lo cual sólo lo llevará al infierno.
"He aquí
ahora el día de salvación", — la promesa no es para mañana.
Hay además
una descripción aún peor de la condición de la cristiandad en la 2ª epístola a los Tesalonicenses.
Tan mala como llegará a ser "la Gran Babilonia", le seguirá rápidamente una iniquidad más
impactante y degradante. El accionar de este error ya está presente pero todavía está restringido y lo
estará hasta que el Espíritu de Dios deje el mundo con la Iglesia; entonces la iniquidad aumentará muy
rápidamente. En aquel momento cierta persona inicua entrará en escena "con gran poder y señales
y prodigios mentirosos". Habrá un "poder engañoso" enviado por Dios "para que crean la mentira".
¿Y por qué? Porque no recibieron "la verdad para ser salvos". Piense usted qué cosa tan terrible
será para los que rechazan a Cristo ser entregados por Dios a creer una mentira. ¡Qué insensatez es pensar
que uno puede rechazar a Cristo ahora, y tener una oportunidad de hacer algo mejor cuando todos los poderes de las tinieblas
se vuelvan contra él! (2ª Tesalonicenses 2: 7-12).
En 2ª Tesalonicenses
capítulo 2 versículo 3 se habla de esta consumación de la iniquidad como siendo una "apostasía",
pero más correctamente, “La Apostasía”. El intento de acabar incluso con el nombre de Dios, y la
sustitución por la adoración del hombre y Satanás precederá a la venida del gran y terrible día
del Señor. ¡Cuán consolador es para el hijo de Dios es saber que primero él será llamado
a estar con Cristo y a ser semejante a Él!
La apostasía
de los judíos también alcanzará su clímax al mismo tiempo. Ellos también entrarán
en absoluta idolatría. El espíritu inmundo de la idolatría que por tanto tiempo afligió a los
judíos había salido de ellos cuando el Señor estuvo en la tierra. La idolatría no es mencionada
como uno de sus pecados después que ellos regresaron del cautiverio babilónico. Pero el Señor Jesús
predijo que llegaría el tiempo en que el espíritu inmundo de idolatría, con otros siete espíritus
inmundos , volvería a ellos, y su postrer estado sería peor que el primero. (Mateo 12: 43-45).
El mismo inicuo
que engañará a la cristiandad apóstata engañará también a los judíos. Él
les mostrará grandes señales y prodigios, hasta el hecho de hacer descender fuego del cielo. Él colocará
un ídolo, la imagen del gran líder político, en su templo reconstruido en Jerusalén, y obliga
la adoración a este hombre, y acepta adoración a él mismo. (Apocalipsis 13: 11-18). Él es aquel
de quien el Señor Jesús dijo que vendría en su propio nombre, y a ése recibirían. (Juan
5: 43). Él es llamado "el rey" en la última parte de Daniel 11 (Daniel 11: 36), y también en
Isaías capítulos 30 y 57. Él es la segunda bestia, — “la bestia” que tiene “dos
cuernos semejantes a los de un cordero”, — de Apocalipsis capítulo 13. Figurativamente él tendrá
cuernos semejantes a los de un cordero para engañar como una imitación de Cristo, — el Cordero de Dios.
Pero su voz lo traicionará pues hablará como dragón. Satanás está directamente detrás
de este “falso profeta” y “anticristo”. Su engaño será tan potente que engañará
“si fuere posible, aun a los escogidos”. (Mateo 24: 24). No obstante, la mayoría de los judíos todavía
apostata, pero Dios tendrá un remanente escogido entre ellos que padecerá persecuciones, muchos hasta la muerte,
por su fidelidad.
La iniquidad del
hombre (tanto judío como gentil) alcanzó profundidades terribles cuando echaron fuera al Hijo de Dios cuando
Él vino al mundo en gracia. Sin embargo, Dios abundó en gracia sobre el crucial pecado de ellos, y envió
el evangelio de Su gracia a los judíos primero, y luego a los demás, suplicándoles que se reconciliaran.
Cuando esta gracia es rechazada temerariamente por todas partes, ¿es de extrañar que Dios finalmente deba abandonar
al hombre? No, lo sorprendente es que Él ha soportado tales iniquidad e ingratitud durante tanto tiempo. La explicación
de esta extraña y persistente paciencia de Dios se encuentra en 2ª Pedro 3: 9, donde leemos,
“El Señor
no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.
Paul Wilson
Traducido del
Inglés al Español por: B.R.C.O.- Noviembre 2024.