SEGUNDA
VENIDA DE CRISTO
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que además de las comillas dobles ("") se indican otras
versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.
Paul Wilson
6ª Parte
de: TÉRMINOS PROFÉTICOS
Ahora el Señor
Jesús ha regresado al cielo por casi dos mil años, pero antes de marcharse Él claramente prometió,
"Si me fuere…
vendré otra vez". (Juan 14: 3).
Con tanta certeza
con la cual fue predicha Su primera venida, así es prometida Su segunda venida con palabras inequívocamente
claras. Aquel que ha regresado al cielo pronto vendrá de nuevo. Él no dijo: «Enviaré un ángel
para que os traiga a mí», sino
"Vendré
otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis".
Ahora bien, muchos
apreciados cristianos han leído estas palabras suponiendo que ellas significan que la muerte viene por ellos, o que
Cristo vendrá por ellos cuando ellos fallezcan. Pero esa es una lectura muy descuidada. Él mismo viene por nosotros.
La muerte no se ha ido, ni vendrá de nuevo. Y cuando un hijo de Dios se duerme en Jesús él se ha ido
a estar con Cristo, que es muchísimo mejor. (Filipenses 1: 23). Él ha ido a Cristo; Cristo no ha venido por
él.
Los primeros cristianos vivían en la constante espera del regreso del Señor. Esta
era una esperanza real relacionada con la salvación de ellos. Nosotros leemos que los santos en Tesalónica se
habían convertido
"de los ídolos
a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo". (1ª Tesalonicenses 1: 9, 10).
Todo el carácter
de esta época de la gracia debería ser de constante expectación. Los cristianos deberían ser seguidores
de un Cristo rechazado, viviendo ellos en la perspectiva de Su regreso. Cuando esta esperanza dejó de animar a la Iglesia
ella cayó en la mundanalidad. Los cristianos se arraigaron en la tierra cuando dejaron de esperar de los cielos a su
Señor. No hay nada que separe tanto a un corazón de todo lo que hay aquí en la tierra como la expectativa
de oír esa voz de mando y ser arrebatado para estar con el Señor. Si usted y yo supiéramos definitivamente
que el Señor vendrá mañana, eso haría que las cosas de aquí parecieran insignificantes,
y procuraríamos ser hallados agradables delante de Él cuando Él venga.
Los tesalonicenses
se perturbaron porque algunos de ellos murieron antes que el Señor viniera, suponiendo que los que habían fallecido
habían perdido algo. Para corregir este temor el Apóstol Pablo escribió los detalles en cuanto a la venida
del Señor. Leemos,
"El Señor
mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire". 1ª Tesalonicenses 4: 16, 17.
Él ha prometido,
y Él vendrá a llamar a Sí mismo a todos los redimidos. Cuando Él viene a buscar a todos los salvos
Él no vendrá hasta la tierra, sino que clamará esa voz de mando en el aire, llamando a todos los que
murieron en la fe desde sus sepulcros. Inmediatamente después de esto todos los que viven y creen (Juan 11: 26) serán
arrebatados con los santos resucitados para ir al encuentro del Señor en el aire. En la 1ª epístola a los
Corintios capítulo 15 aprendemos que todo esto sucederá "en un abrir y cerrar de ojos". Nuestros cuerpos
de humillación serán transformados para que tenga la misma forma de Su cuerpo de gloria. (Filipenses 3: 21 -
RVA).
Nosotros no sabemos
nada de lo que debe suceder antes que venga el Señor. Él puede venir y llamar a todos los redimidos de sus sepulcros,
y arrebatar a todos los salvos que viven en la tierra, antes que este artículo se imprima. No hay nada que deba cumplirse
primero, y nadie puede dar un motivo por el cual Él no pueda venir hoy.
Apreciado hermano
cristiano, ¿estamos esperando realmente a Aquel que murió por nosotros? ¿Anhelamos verle? Yo no estoy
preguntando si aceptamos la doctrina de la venida del Señor. Los judíos conocían la doctrina de Su primera
venida, pero no Le estaban esperando. Que no nos limitemos a creer en la "venida del Señor", sino que realmente
estemos esperándole. El mundo incrédulo no Le verá cuando Él venga a llamarnos al aire para ir
a Su encuentro. Más tarde, cuando Él venga visiblemente a la tierra nosotros vendremos con Él. En aquel
entonces Él vendrá para ejecutar juicio antes de establecer Su reino terrenal y reine, pero el objetivo de este
artículo es presentar ante nosotros nuestra esperanza apropiada, — Su venida por los Suyos. Que esto despierte
nuestros afectos y no sólo aumente nuestro conocimiento.
Paul Wilson
Traducido del
Inglés al Español por: B.R.C.O.- Noviembre 2024.
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
RVA
= Versión Reina-Valera 1909 Actualizada en 1989 (Publicada por Editorial Mundo Hispano).