El
Cumplimiento de los Tiempos
Todas
las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60).
Paul Wilson
2ª Parte
de: TÉRMINOS PROFÉTICOS
Nosotros hemos
considerado ya el término "la plenitud del tiempo" como siendo ello el momento cuando el período de
prueba del hombre terminó. Dios había probado al hombre en todos los aspectos, de modo que nadie podía
decir que algo había quedado sin probar o sin hacer. Cada prueba terminó en el fracaso del hombre en cuanto
a dar fruto para Dios y demostró que todos, tanto judíos como gentiles, están bajo pecado. Por lo tanto,
toda esperanza para el hombre había terminado a menos que Dios actuara en pura gracia. Esto hizo Dios pues envió
a su Hijo amado, — el Objeto más preciado de Su corazón, — a este mundo de pecado y dolor, diciendo:
«Quizás ellos respetarán a mi Hijo.» (Véase Lucas 20: 9-18).
Pero cuando los
hombres vieron al Hijo Le rechazaron y finalmente clamaron: "¡Fuera con éste…!". (Juan 19: 15).
Tanto judíos como gentiles fueron culpables de Su muerte, pero Dios abundó nuevamente sobre la maldad de ellos
y trajo salvación a los hombres a través de la muerte sacrificial de Su Hijo. La oferta de una salvación
libre y completa fue proclamada, y hoy continúa siendo proclamada.
Amigo, ¿ha
aceptado usted al Señor Jesucristo como su Salvador? No hay esperanza ni salvación alguna para usted a menos
que Le acepte y Le reconozca personalmente.
Desde nuestra
posición actual nosotros volvemos la mirada al pasado, hacia "el cumplimiento del tiempo", pero también
podemos mirar hacia el futuro, hacia,
"El cumplimiento
de los tiempos".
Dios ha decretado:
"reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos (plural), así las
que están en los cielos, como las que están en la tierra". Efesios 1: 10.
Esto mira hacia
un tiempo todavía futuro, pero no en el futuro distante cuando todas las cosas en el cielo y en la tierra serán
sometidas al Señor Jesús. Aunque Él es ahora rechazado en este mundo que Él creó, Se acerca
rápidamente el momento cuando todos en el cielo y en la tierra reconocerán Sus derechos y Le confesarán
como Señor.
Durante el intervalo
entre "el cumplimiento del tiempo" y, "el cumplimiento de los tiempos" podría parecer que Dios
es indiferente a la deshonra y el maltrato otorgados a Su Hijo en este mundo. Dios está esperando pacientemente y suplicando
a los hombres que se reconcilien (2ª Corintios 5: 20), mientras Él se abstiene de ejecutar el juicio sobre este
mundo donde a Su Hijo se Le dio muerte. Dios todavía vengará la muerte de Su Hijo, pero hoy es el tiempo de
Su longanimidad y paciencia. Él nos ha asegurado que el juicio caerá, y el apóstol Pedro habla de la
tardanza en estas palabras:
"El Señor
no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que
ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". 2ª Pedro 3: 9.
Este mundo se
encuentra hoy en la posición de un criminal culpable que ha sido debidamente juzgado, luego condenado a la ejecución,
y sólo está esperando el día y la hora de la ejecución.
Si alguien lee
estas líneas y aún no es salvo, recuerde que usted es parte de este mundo sobre el cual pende el juicio de Dios.
O usted es salvo por la muerte y la sangre preciosa de Cristo, o usted se cuenta entre Sus homicidas y rechazadores que esperan
una segura condenación. No puede haber neutralidad con respecto a Cristo; a saber, o usted está con Él
o contra Él. Si usted aún no Le ha aceptado, acéptele rápidamente mientras todavía hay
oportunidad, y antes que el juicio lo alcance.
Durante el intervalo
del que hemos hablado el Señor Jesús está sentado a la diestra de Dios esperando hasta que Sus enemigos
sean puestos por estrado de Sus pies. (Salmo 110: 1). Durante este largo período de la no intervención de Dios
con este mundo condenado el evangelio es proclamado, pero pronto ello va a terminar. En un lugar Dios habla en Su Palabra
de este período como "el misterio de Dios". Observen ustedes lo que Dios dice:
"En los días
de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará,
como él lo anunció a sus siervos los profetas… El séptimo ángel tocó la trompeta,
y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su
Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos". Apocalipsis 10: 7; Apocalipsis 11: 15.
Ciertamente Cristo
aún reinará y tendrá dominio sobre todo, pero Él primero eliminará a todos Sus enemigos.
Él visitará este mundo con grandes y dolorosos juicios y reunirá fuera de Su reino a todas las cosas
que ponen tropiezo. En aquel entonces será el "cumplimiento de los tiempos", cuando todas las cosas en el
cielo y en la tierra estarán reunidas bajo el Hombre de los consejos de Dios.
Cuando inicialmente
Dios hizo al hombre, Adán, Él lo colocó en el huerto en Edén y le dio dominio sobre la tierra.
Él lo hizo Señor de la creación e incluso le trajo los animales para que les pusiera nombre. Pero Adán
prestó oídos a la mentira del diablo y cayó. La ruina, el dolor, la miseria y la muerte siguieron a la
caída del hombre. No sólo el hombre sino toda la creación padeció por la caída de su primera
cabeza. Satanás, el engañador, se convirtió en usurpador del lugar del hombre. Él incluso pudo
ofrecer los reinos del mundo al Señor Jesús cuando Él vino (Mateo capítulo 4; Lucas capítulo
4), pues dijo: «Me han sido entregados». El Señor Jesús rehusó recibirlos de Satanás.
Podría
haber parecido que el propósito de Dios de situar al hombre a la cabeza de esta creación había fracasado,
y en lo que respecta al primer hombre y a su posteridad, ello había fracasado; pero Dios todavía tendrá
todo bajo el Hombre, el segundo Hombre, el postrer Adán, durante el "cumplimiento de los tiempos". Lo que
el Señor Jesús rehusó recibir de Satanás, Él todavía lo tendrá de Dios. Él
va a asumir la primacía en la creación, no sólo por derecho, sino por redención, pues ella había
caído bajo el poder del enemigo por el pecado del hombre. Todo lo que había sido arruinado en las manos del
primer Adán será más que reparado en el postrer Adán, — el Hijo de Dios e Hijo del hombre.
Tanto el Salmo
8 como el capítulo 2 de la Epístola a los Hebreos hablan de Su dominio venidero, y Su actual exaltación
a la diestra de Dios. En Hebreos leemos que nosotros aún no vemos que todas las cosas estén sujetas al Señor
Jesús, pero sí Le vemos coronado de gloria y de honra. (Hebreos 2: 5-9).
Y durante el período de espera
llamado la "paciencia de Jesucristo", una esposa está siendo reunida de entre judíos y gentiles para
ser Sus coherederos, y compartir Su gloria en aquel día que pronto vendrá. Hermano Cristiano, ¡tal es
nuestra porción!
Paul Wilson
Traducido del
Inglés al Español por: B.R.C.O.- Octubre 2024.