Quienes son
los "Espirituales" en Gálatas 6:1
Herbert C. Anstey
Todas las
citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido
tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los
lugares en que, además de las comillas dobles ("") se indican otras
versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del
escrito.
De
la Revista " The Christian's Friend": 1884.
¿Acaso
no arroja gran luz sobre su significado el lugar en el que se encuentra esta Escritura?
Yo pienso que lo hace y llamaría a que presten su atención a uno o dos puntos
que me parecen importantes.
No
se supone que sea una condición correcta en una asamblea local, ya sea
compuesta de muchos o de pocos, el hecho de que haya una clase de creyentes que
son los "espirituales", mientras que el resto no ha alcanzado esa
posición; y sin embargo, esta es a menudo la interpretación que es presentada a
lo que se dice de ello. Admitir que este es el significado, y que el apóstol sólo
está permitiendo una condición común bien conocida entre los santos en todas
partes, así como en las varias asambleas de Galacia, es sumamente desastroso
para toda la comunión y para la comunión de los santos en cada asamblea local.
Ello introduce de inmediato dos grupos distintos donde un solo espíritu debe
animar el todo, del cual los que asumen ser los "espirituales" son
ciertamente los más culpables, aunque se suponga que la inteligencia de ellos está
por encima de la de los demás. El apóstol está corrigiendo un mal, no está permitiendo
su continuidad. El escritor, y quizás también el lector, a menudo han escuchado
que este motivo es presentado para no visitar personalmente a un hermano endeble
y que yerra, «Oh, yo no soy espiritual; ese no es mi trabajo, así que yo llevo
este asunto ante el hermano tal o cual», refiriéndose, al hablar así, a la
palabra 'espiritual' en el pasaje que está ante nosotros.
Ahora
bien, cualquiera que lea cuidadosamente la epístola observará que lo que se
condena en ella es un espíritu duro, legalista. Es evidente que la ley exige y
espera de un hombre, y que es lo opuesto al Espíritu de gracia que trae todo
para él y que ha de operar ahora en nuestros tratos de los unos con los otros.
Las
asambleas de Galacia a las que se hace referencia aquí estaban alimentando ese
espíritu legalista. Ello no es del Espíritu de Dios y es totalmente condenado
por el apóstol. Hacer eso es caer de la gracia. Ello tiende a excluir de
nuestras mentes ese ministerio de amor que debería fluir y surgiría
espontáneamente entre nosotros. Porque el amor actúa (cuando es divino) con
independencia de cuán merecedores son sus objetos.
Los
espirituales son aquellos que están controlados y guiados por el Espíritu de
Dios y están en contraste con los otros que son legalistas en esta epístola.
Pero cualquier cosa excepto la gracia y el control del Espíritu está mal. Es
muy importante sopesar bien la firmeza con que habla el apóstol. Él dice,
"Estoy perplejo en cuanto a vosotros" (Gálatas 4: 20). El
Cristianismo mismo de los que fomentan este espíritu legalista en sus asambleas
fue virtualmente cuestionado por él, así que dicho espíritu legalista está
completamente separado de la guía del Espíritu de Dios. Al comienzo él lo llama
"un evangelio diferente", el cual no es diferente (Gálatas 1: 6), y
en este último capítulo él muestra que ello tiende a excluir todas las
manifestaciones para con un hermano que yerra. Ello fomenta el orgullo
religioso. (Gálatas 6: 12, 13). El legalismo dice, «Cuando él haya hecho algo
que merezca mi confianza, entonces yo lo restauraré al lugar que una vez ocupó
en mi estima y afectos». La espiritualidad dice, «Cuando él está caído no es el
momento de esperar que él haga mucho (excepto mostrar una voluntad de ser
ayudado). Yo iré a él con mansedumbre para hacer algo por él, porque yo me
considero a mí mismo en él, y yo estoy expuesto a una tentación similar
mientras estoy en el cuerpo». ¡Qué diferente!
Pero
una palabra más con referencia a "sorprendido". Ello significa que yo lo sorprendo,
o que la falta lo
sorprende a él, porque todos estamos andando en nuestro curso Cristiano. En
ambos casos él se ha detenido en su curso hacia el cielo. El legalismo aún
reconoce a la carne y la carne detiene a un hombre en su carrera. Yo no debiese
haberlo sorprendido y la falta no lo habría sorprendido a él si él hubiese
continuado andando. Pero aquí él está indefenso. ¿Debo yo pasar de largo en mi
angustia? Como el espíritu legalista del Levita y del sacerdote, ¿voy yo a
pasar por el otro lado del camino? No; permítanme imitar al así llamado 'buen
Samaritano', el cual "acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite
y vino sobre ellas". (Lucas 10: 25 al 37 – LBLA). Nuestro bendito Señor
mismo está aquí ante nosotros, el cual dirige Su atención a cada uno de
nosotros individualmente con Su propio comentario afable acerca de toda la
historia: "¿Quién de estos tres te parece haber sido prójimo de aquel que
cayó en manos de los ladrones?" y añade esa maravillosa exhortación, tan
breve, y sin embargo tan plena y directa, " Ve y haz tú lo mismo". Tal es la guía
del Espíritu en oposición
al legalismo.
Bien
se puede dudar del Cristianismo de los que asumen el terreno de no ser
"espirituales" y que actúan entre sus hermanos en otro espíritu — en
el terreno de la ley y no de la gracia. Ellos admiten que son legalistas; es decir,
que ellos mismos
están aún en esclavitud. Los Corintios no eran legalistas sino
"carnales". (1ª. Corintios 3: 1 a 3). Por lo tanto, tenemos ahora un
hombre en una de cuatro condiciones. O él es natural, muerto en delitos y pecados;
o es carnal, permitiendo la carne; o él es legalista,
como los Gálatas, aún en esclavitud y no en la libertad
del Hijo; o él es espiritual, bajo el control del bendito Espíritu de Dios,
{*}, y si es así, en todo el disfrute de la filiación consciente, como un hijo con
el Padre. Esto último es la única condición Cristiana apropiada y Pablo insiste
en ello, y por tanto, no se hace ningún tipo de concesión para que en alguna
asamblea una clase de creyentes asuma el terreno de no ser
"espirituales". Nada puede ser más solemne que la manera firme en que
el apóstol les habla en esta epístola. Por mucho que pueda haber una apariencia
de humildad en uno que dice «Yo no soy 'espiritual'», aun así, no ser guiado por
el Espíritu es una negación de Cristo, y es subvertir el Cristianismo
{*} Espiritual es
puesto en contraste con natural en
1ª. Corintios 2, y con legalista en
Gálatas 6: 1.
H. C. Anstey
Traducido
del
Inglés por: B.R.C.O. – Marzo 2019.-
Otras versiones de La
Biblia usadas en esta traducción:
LBLA =
La Biblia de
las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, Usada con
permiso.