Lo que
Encontramos Donde hay Conciencia
De la Presencia del Señor
Herbert C. Anstey
Todas las citas bíblicas se encierran entre
comillas dobles ("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera
Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de las
comillas dobles (""), se indican otras versiones mediante
abreviaciones que pueden ser consultadas al final del escrito.
De
la Revista " The Christian's Friend": 1898
Salmo
114
Notas
de un sermón.
Yo
pienso que tenemos dos ilustraciones notables en la Palabra de lo
que nosotros encontramos donde existe el sentido de la presencia del Señor. La
primera es cuando el Señor tomó Su lugar en medio del pueblo terrenal redimido
(Israel). La segunda
es cuando Él tomó Su lugar en medio de la compañía
celestial rescatada; y ambas están llenas de interés. Para la primera
ilustración yo les invito a consultar el Salmo 114, el cual he leído. Para la
otra, les pediría que lean Juan 20, desde el versículo 19.
La
primera cosa a la cual yo los llamo a prestar atención en el
Salmo es que la presencia del Señor subyuga toda inquietud natural, y la
segunda es que ello hace que huyan toda grandeza y fuerza meramente naturales;
y ambas cosas deben ser efectuadas primero en nosotros antes que podamos
obtener el bien de LA PRESENCIA DEL SEÑOR.
Nosotros
leemos que cuando Israel salió de Egipto "Judá vino a
ser su santuario e Israel su dominio." (Salmo 114: 2 – VM). Dios tomó Su
lugar entre ellos; es decir, cuando Israel salió, Dios entró. Vemos aquí que para
obtener el bien de Su presencia en
cualquier época (atención: yo no digo Su presencia sino el bien de Su presencia)
debe existir la separación del mundo, del
cual Egipto es la figura. Dios nunca asumió Su lugar con ellos hasta entonces,
y si no, Él no hacía sentir Su presencia. Él lo hace ahora. Permítanme
preguntar, ¿hemos dado todos nosotros las espaldas al mundo?
Entonces,
lo primero de lo cual ustedes se dan cuenta, queridos
amigos, cuando ustedes son conscientes de que están en Su presencia es que la
inquietud y la fuerza humanas ya no están en
ninguna parte. Estas dos cosas, tan naturales para el hombre, están
subyugadas. "El mar lo vio, y huyó." (Salmo 114: 3). El mar fue consciente de
la presencia de su
creador. Pero yo debo enfatizar aquí que estas cosas deben ser conocidas por
nosotros de manera individual. Ello
es la necesaria consecuencia de entrar en Su presencia. Después la fuerza y la
estabilidad de la naturaleza también son abordadas. "Los montes saltaron
como carneros, Los collados como corderitos." (Salmo 114: 4). Él subyuga y
rechaza todo lo que en nosotros no es de Su Espíritu. Si esto no es así en
nosotros, seremos de muy poca utilidad para los demás, y además, si hay
actividad, seremos grandes obstaculizadores de los santos y del Espíritu.
Para
Moisés la presencia de Jehová era todo, y debería ser así para
nosotros. Ella obra primero de manera individual — me subyuga. Ella obra
también en la asamblea, y coloca allí al
primer hombre en su lugar, es decir, AFUERA. (1ª. Corintios 15: 47). Moisés
dijo, "Si tu presencia no va con nosotros, no nos hagas partir de aquí."
(Éxodo 33: 15 – LBLA). Pero usted puede decir que la presencia del Señor está
siempre con nosotros, tanto individual como colectivamente. Sí mi amigo, eso es
verdad en un sentido, pero muchas veces también es verdad en el caso de los
santos que, "sus ojos estaban velados para que no le reconocieran."
(Lucas 24: 16 – LBLA). Usted es muy parecido a sus predecesores en este asunto.
Yo le diré que si usted no conoce
ningún poder de subyugación, en ese mismo momento usted no Le conoce a Él, ni
está usted, en absoluto, en el bien de Su presencia, porque este es su primer
efecto — Su presencia
subyuga.
Ahora
bien, el hecho de que el
Señor está allí es PODER; quiero decir, cuando el hecho se convierte en una
substancia viviente en mi alma. Dígame qué puede resistirlo. ¿Qué puede
resistir Su presencia? Eso es Dios mismo. Él somete a los más inquietos; la
fortaleza de los montes es como nada, aunque "no se mueven" — Su
presencia los remueve. Nada puede estar en pie delante de ella. El desierto se
convierte para Su pueblo en " estanque de aguas", y la tierra seca se
convierte en manantiales de agua. Su presencia satisface todas las necesidades
de los santos.
Pero
ella obra también por los
santos. Subyuga al enemigo. Yo veo que cuando las personas están en las
manos de Dios, y todo poder humano y toda
fortaleza humana han desaparecido, entonces el enemigo debe huir. Él
muestra su espalda y no su rostro. ¿Por qué es esto? Ah, es porque no queda
nada sobre lo que él pueda trabajar. Nada queda sino Dios, y entonces,
obviamente, él debe huir. Si se viera más el efecto de la presencia del Señor
en NOSOTROS, veríamos mucho más de la espalda
del enemigo que lo que vemos de su rostro.
Él no puede estar delante de Dios, y siempre que Dios puede, Él mismo se sitúa
para enfrentarse con el enemigo.
¡Desgraciadamente! a menudo hay algo que Él tiene que corregir en nosotros, y
entonces Él puede, como lo
hizo con Job, usar al enemigo para hacerlo. Pero, qué cosa tan maravillosa es que
la presencia del Señor pueda ser tan buena para mí como para que el enemigo
tenga que huir. ¡Oh, el gozo de vivir en un día como este! Individualmente es
lo que encontramos en 1ª. Juan, "El que es
engendrado de (o por) Dios se guarda, y el maligno no le toca" (1ª. Juan
5: 18 - VM); y colectivamente es la
asamblea—"las puertas del Hades no prevalecerán contra ella." (Mateo
16: 18). El propio Señor ilustra a los santos cuando están solos. Él está con
Dios (tentado en el desierto). Y Él ilustra a los santos cuando están en la
compañía — es decir, en la asamblea, donde Él está ocupado con el Padre (Hebreo
2). Recuérdelo, y que pueda yo recordarlo siempre. ¡El enemigo huirá de la
presencia DEL SEÑOR, pero no de mí! Si me enfrento a él hallaré que él es más
que un contendiente para mí. Sólo hay una manera de ser fuertes — "fortaleceos
en el Señor, y en el poder de su fuerza." (Efesios 6: 10).Permítase a
usted mismo desaparecer, y permita que el SEÑOR pase al frente, y usted se
sorprenderá de lo que verá.
Ahora
bien, si el primer hombre ha muerto, ha sido rechazado, y si
en la energía del Espíritu Santo se lo
trata así continuamente, yo estoy
libre para que el Señor me ocupe. ¿Con qué piensa usted que el SEÑOR desea
ocupar a los santos — los santificados—los Suyos — la compañía de la nueva
creación? Él desea ocuparlos con lo que Él — HOMBRE bendito y exaltado — Cabeza
de la nueva raza—conoce como HOMBRE, acerca del Padre ahora, ¡para que también ellos
puedan ser conducidos a ello!
Ellos son Sus hermanos y ÉL ha hecho que sean lo que son. Él no se avergüenza
de ellos. "Anunciaré tu nombre a mis hermanos, en medio de la iglesia
cantaré tu alabanza." (Hebreos 2: 12 – VM). ¿Qué nombre anunciará Él? Lea
el último versículo de Juan 17, y tiene la respuesta. Él anunció (dio a
conocer) el nombre del Padre tal como lo conocía cuando estuvo con ellos como
un Hombre en la tierra. Él anuncia ahora el nombre del Padre como Él lo conoce
ahora — como ÉL lo conoce — ¡como un
Hombre en la gloria de Dios!
Amigos
amados, ¿acaso no es importante que Le oigamos? ¿Quién podría
dar a conocer esto sino Él mismo? Porque no hay allí ningún otro hombre. Yo no
puedo presumir de revelarles lo que ustedes sólo pueden aprender en la
presencia del Señor; a saber, lo que encontramos allí. Ustedes mismos tienen
que estar allí para conocer lo que ello es. Pero no tengo la menor duda de que
ustedes encontrarán que Su presencia es, en primer lugar, exclusiva. Pienso que
entonces ustedes encontrarán que también es inclusiva; es decir, que, en la gracia
de Dios, ustedes están incluidos en
todo lo que pertenece a Cristo, como el HOMBRE resucitado y exaltado, y que
"como él es, así somos nosotros en este mundo." (1ª. Juan 4: 17). ¿Y
qué es lo que está incluido en el
pensamiento actual de Dios acerca de Él como Aquel que glorificó a Dios? Si ustedes
pueden poner un límite a eso, y
solamente entonces, lo finito podría medir lo infinito. Entonces, aunque yo no
puedo revelar lo que nosotros encontramos cuando estamos conscientemente en la
presencia de Cristo, yo creo que los santos pueden decir con el Dr. Watts
(aunque no de la forma en que él lo
aplicó) —
'Yo he estado allí, y aún
así iría.
'Es
como un cielo aquí abajo'.
Que
todos nosotros podamos
conocer más de lo que es Su presencia, tanto como individuos como en la
asamblea, para que podamos decir con Él, a pesar de nuestras distracciones
terrenales, "Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y
es hermosa la heredad que me ha tocado." (Salmo 16: 6).
¡Que esta pueda
ser
nuestra experiencia aún más y más!
H. C. Anstey
Traducido
del Inglés por: B.R.C.O. – Marzo 2019.-
Otras
versiones de La Biblia usadas en esta
traducción:
LBLA = La Biblia de las Américas, Copyright
1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, Usada con permiso.
VM = Versión
Moderna, traducción de 1893 de
H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY,
Suiza).