Lord Adalbert Percival Cecil (Breve Biografía)
Todas las citas
bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas
de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares
en que, además de las comillas dobles (""), se indican otras
versiones mediante abreviaciones que pueden ser consultadas al final del
escrito:
Lord Adalbert Percival Cecil,
hijo del segundo Marqués de Exeter (Inglaterra), nació el 18 de Julio de 1841.
Poco ha sido relatado acerca de su temprana niñez, pero como un joven, él
pareció haber estado bajo la influencia de un bien conocido misionero, el
Reverendo WILLIAM HASLAM, quien en uno de sus libros titulado "Lord
A", narra la conversión de Lord Adalbert.
Después de su conversión a
Dios, él hizo un rápido progreso en las cosas divinas, llegando a ser un
ferviente obrero evangelista, y uno capaz de ministrar la Palabra para
provecho. Dada su posición social, él fue libre para consagrar todas sus
energías a la obra más cercana a su corazón, y de ese modo él abundó "siempre
en la obra del Señor." (1ª. Corintios 15: 58 – VM).
Su deseo fue siempre ser
tratado más como un miembro de la Familia Celestial que como estando
relacionado con los nobles y grandes del reino. Él se mezcló con liberalidad
con santos ricos y pobres, sintiéndose cómodo con los primeros y, por gracia, mostrándose
igualmente cómodo con los últimos. Él fue, por tanto, una manifestación
viviente de esa maravillosa mezcla tan rara vez vista en la tierra — una
combinación de un verdadero caballero por 'nacimiento' y un caballero Cristiano
abundando en amor y humildad por el 'nuevo nacimiento.'
Un anciano que adoraba y
trabajaba con él presenta este testimonio: «Lord Adalbert Cecil fue uno de los
hombres más piadosos que jamás habíamos conocido. Cristo dominaba su ser.
Rango, riqueza, título nobiliario, influencia, sociedad, y todo eso que es
valorado en el mundo fue alegremente entregado y puesto a los pies de su amado
Salvador y Señor. Su intenso fervor y casi absoluta consagración a los
intereses de Cristo, su generosidad sin límite, especialmente para con los
miembros de la Familia de la Fe, junto con una rara combinación de humildad y una
imparcialidad semejante a la de Cristo, fueron rasgos conspicuos de un
verdaderamente hermoso carácter Cristiano. En una ocasión que viajamos juntos,
al salir del tren, Lord Cecil levantó nuestro bolso y el suyo también. Yo le
dije, 'no puedo permitir esto, milord. Sería un privilegio para mí llevar su
bolso.' Su respuesta cordial y amable fue exactamente como él era, 'suelte,
hermano, salgamos.'»
«La gracia de Dios ha obrado
poderosamente en este mundo. Lord Cecil fue en sí mismo un testimonio y un
exponente brillante y noble de un Cristianismo experiencial.»
Después de algunos años de
servicio en Gran Bretaña, él fue a Canadá para ayudar a promover la obra del
Señor. Él fue llamado allí a un servicio más elevado de una manera trágica, tal
como el informe del periódico indica, «Lord Adalbert Cecil se ahogó el 12 de
Junio, cerca de Adolphustown, Ontario, Canadá, debido al volcamiento de su
barca mientras cruzaba la Bahía de Quinte para ocupar su campamento. Lord
Adalbert renunció a las atracciones de la sociedad aristocrática en Inglaterra,
y se consagró a la obra de evangelización, en el Lejano Oeste [N. del T.: de aquel
entonces]. El martes
11 de junio de 1889 él subió a una barca en la ciudad de Belleville, y zarpó a
un lugar donde había un número de creyentes indígenas en quienes él estaba interesado.
Al regresar al pueblo de Picton al día siguiente, el viento soplaba con fuerza,
y la barca, la cual tenía dos velas, era difícil de manejar. Él estaba
acompañado por un joven de nombre Churchill, y ellos casi llegaban a destino,
cuando una de las velas requirió ajuste, Lord Adalbert se levantó para
arreglarla, y perdiendo su equilibrio, cayó por la borda. Él pudo haber
alcanzado la orilla que estaba solamente a casi 90 metros de distancia, pero él
siguió nadando tras la barca, temiendo, se supone, que Churchill podía
perderse, de modo que en la muerte, como en la vida, su pensamiento fue
totalmente para los demás, y no para sí mismo. Él no tenía mucha fuerza (ya que
su salud había sido por un tiempo una fuente de ansiedad), y cuando se hundió,
cosa que él hizo en poco tiempo, nunca volvió a emerger. No hay duda de que su
vida se extinguió de inmediato, una vida de excepcional belleza, de abnegación
y de incalculable utilidad; y 'habiendo guiado a muchos a la justicia', es uno
de aquellos de los que se dice que "brillarán… como las estrellas, por
siempre jamás" (Daniel 12: 3 – LBLA).» Por lo tanto, en la muerte como en
la vida, Lord Adalbert Cecil manifestó el verdadero espíritu de uno que ha
aprendido verdaderamente el significado de las palabras, el "Hijo de Dios,
el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí." (Gálatas 2: 20). Que
muchos de ellos, ricos o pobres, sean resucitados para glorificar a Dios.
Traducido del Inglés por: B.R.C.O. – Febrero 2019.-
Otras versiones de La Biblia usadas en esta traducción:
LBLA = La Biblia de las Américas, Copyright 1986, 1995, 1997 by
The Lockman Foundation, Usada con permiso.
VM = Versión Moderna, traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión
1929 (Publicada por Ediciones Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).