ACERCA DEL MINISTERIO
(De una carta)
("The Bible Treasury", Vol. 20, pág. 63,
1894-1895)
Amado hermano:
Uno
nunca puede hacer demasiado por un Maestro tan bendito; efectivamente, cuando uno hace una pausa para considerar las riquezas
y la magnificencia de Su gracia hacia nosotros, el deseo naturalmente ferviente es servirle a Él, y servirle abundantemente.
Y eso es muy agradable a Él. ¡Cuán refrescante debe ser para Su corazón ver almas, en este frio mundo egoísta, dispuestas
a dedicarse a Él y a ser empleadas por Él! Ello es pisar de forma segura de algún modo en Sus propias pisadas bienaventuradas,
el cual vino al mundo como Aquel que fue ceñido que "no vino para ser servido, sino para servir." (Mateo 20:28). "Yo estoy
entre vosotros como el que sirve." (Lucas 22:27).
Pero
es sumamente importante que nuestro servicio sea conforme a Su pensamiento, o el servicio puede llegar a ser un servicio nulo,
y no traer a Su corazón ningún gozo y a Sus obreros ninguna recompensa. Sólo unas pocas observaciones acerca del servicio,
y el ministerio en general, pueden ser de ayuda para Ud. en la actual coyuntura.
El ministerio (sea este hacia el mundo o
en la iglesia) visto correctamente, es una expresión de la gracia de Dios, Su gracia es su fuente; es Su bendito modo de obrar
para suministrar a la necesidad de las almas. "CUANDO ASCENDIO A LO ALTO, … [Él]
DIO DONES" dice Efesios 4 (Efesios 4:8 - LBLA). Y el espíritu de todo ministerio verdadero es, "Más bienaventurado es
dar que recibir." (Hechos 20: 33-35). Sus siervos son llamados y designados por
Él (Gálatas 1:1; 1 Timoteo 1:1; Hechos 20:24), son equipados por Él (2 Corintios 3: 4, 5), y ellos son responsables ante Él,
y antes de que pase mucho tiempo ellos estarán ante Él y darán cuenta ante Su tribunal (1 Corintios 3: 12-15; 2 Corintios
5:9).
Querido
hermano, usted está dispuesto, al parecer, a permitir que otra persona se interponga entre su alma y el Señor, a recibir una
designación de parte de los hombres, a ser pagado por hombres, y a ser responsable ante los hombres. ¡Cuán lamentable! esto
es lo que vemos a todo nuestro alrededor en la Cristiandad, tanto en las 'Iglesias' Nacionales como en los Disidentes; ¿pero
es realmente este el orden de Dios? A lo menos, se trata de la fe siendo desechada y sustituyéndola por la dependencia en
apoyos humanos. ¿Y acaso no es deshonrada la Cabeza cuando hombres con títulos 'oficiales' toman en sus manos funciones que
le pertenecen a Él?
Si
usted leerá cuidadosamente 1 Corintios 9, conseguirá unos pocos pensamientos de valor sobre este asunto. Pablo protestaba
en el versículo 19 que él estaba "libre de todos." ¿Podía él haber dicho esto, si él hubiera sido empleado de ellos? Él dice
en el versículo 18, que su gloria era predicar el evangelio de Cristo "gratuitamente." Y cuando los hombres criticaban su
servicio, y le pedían cuentas, ¿acaso él no repudió indignadamente sus derechos, y les recordó que él era siervo del señor,
no de ellos, y que para su propio Señor él estaba en pie, o caía? (Romanos 14:4).
Hay
casos donde el Señor llama a Sus siervos a una senda de servicio tan peculiar que ellos no pueden dedicarse a la obra y proveer
para sus propias necesidades corporales a la vez, y en tales casos los santos de Dios deberían cuidar de ellos y ocuparse
de que no les falte lo necesario; pero tales casos, yo creo firmemente, son muy raros. El apóstol no era uno de ellos, no
obstante lo peculiar que fue su senda de servicio, él trabajó con sus propias manos, y ministró a sus propias necesidades,
y rehusó ser gravoso a ninguno (1 Tesalonicense 2:9). Y haciendo así, él dijo a los ancianos Efesios, que él había dejado
un ejemplo (Hechos 20:35). ¡Siervo bienaventurado y honrado! dispuesto siempre a sacrificarse él mismo a fin de que su Señor
pudiese ser glorificado y los santos pudiesen ser servidos.
De
manera general, es la voluntad del Señor para Sus santos que ellos mantengan sus empleos u ocupaciones. "Cada uno permanezca
en la condición en que fue llamado. ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te preocupes, pero si también puedes llegar a ser libre,
más bien aprovéchate; … Por precio fuisteis comprados, no os hagáis esclavos
de los hombres. Hermanos, cada uno permanezca ante Dios en el estado en que fue llamado." (1 Corintios 7: 20-24). Yo soy
consciente que los esclavos, no los predicadores, estaban ante la mente del apóstol al escribir estas palabras; pero, sin
embargo, el principio es aplicable. Que el Señor le guie, mi amado hermano, y le libre de cometer cualquier equivocación.
Nosotros no podemos servirle a Él demasiado abundantemente como deberíamos hacerlo; pero que nuestro servicio sea conforme
a Su verdad revelada.
"Gracia,
misericordia y paz" le sean a Ud. multiplicadas.
W. W. Fereday
Traducido del Inglés por: B. R. C. O. - Noviembre
2010.-