¿QUIÉNES SON OVEJAS
DE CRISTO?
H. H. SNELL
Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles
("") y han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960
(RVR60).
"Mis ovejas
oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no
perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano." (Juan 10: 27, 28).
Había personas religiosas
por todos lados, pero ¿eran ellas ovejas de Cristo? Esta fue la pregunta de
suma importancia. Estaban también, "el asalariado", y "el
ladrón", "el extraño" y "el lobo" (Juan 10: 1-18);
pero oh, ¡cuán diferentes del Buen Pastor! Nosotros no podemos olvidar que
existen muchas ovejas a todo nuestro alrededor que son muy apreciadas para el
corazón de Cristo. Él las llama "mis ovejas." Ellas Le pertenecen. Él
las amó, y Él mismo se entregó por ellas. Él dijo, "el buen pastor su vida
da por las ovejas." ¡Qué inmenso amor!
'Cuando la sangre
de una víctima debió emanar,
Este Pastor fue
conducido por piedad
A interponerse
entre nosotros y el enemigo,
Y voluntariamente
murió en nuestro lugar.' *
*
N. del T.: traducción libre de la segunda estrofa del himno "We'll sing of
the Shepherd that died" de Thomas Kelly (1769-1854). Fuente: http://www.stempublishing.com/hymns/ss/103
Una característica
de las ovejas de Cristo es que ellas oyen Su voz. Con independencia de cuál
pueda ser el instrumento, la pregunta que está en ellas es, ¿Es la voz de
Cristo? ¿Qué está Él diciendo? Esta es una señal de las ovejas de Cristo desde
la primera a la última. Ellas "no conocen la voz de los extraños",
pero conocen muy bien la voz del Pastor. Es a Jesús a quien ellas aman oír.
Cuando Pablo fue a Tesalónica, ellos recibieron su testimonio porque era la
verdad de Dios. Ellos no se ocuparon del siervo, sino del mensaje que él trajo.
Ellos reconocieron que dicho mensaje era el testimonio de Dios. En él ellos
oyeron la voz del Buen Pastor, el cual puso Su vida por las ovejas. Ellos no
recibieron el testimonio como siendo opiniones de Pablo; porque este no llegó a
ellos "en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo
y en plena certidumbre" (1ª. Tesalonicenses 1:5); por lo tanto, ellos se
convirtieron "de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,
y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús,
quien nos libra de la ira venidera." (1ª. Tesalonicenses 1: 9, 10).
Cuando fue a los
refinados ciudadanos de Corinto, él procuró predicar deliberadamente en un
lenguaje sencillo; y si bien él era un hombre erudito, él desechó la elocuencia
y las palabras persuasivas de humana sabiduría, para evitar que las personas
oyesen sólo la voz de Pablo, y no recibieran el testimonio de Dios, y de este
modo, la fe de ellos estuviese fundada en la sabiduría de los hombres, en lugar
del poder de Dios. (1ª. Corintios 2: 1-5). Ellos oyeron y recibieron así la
verdad de Dios acerca del Señor Jesús; ellos oyeron la voz de Jesús el Buen
Pastor por intermedio de Pablo.
La pregunta es,
¿Qué está diciendo ahora el Señor Jesús, el cual está sentado a la diestra de
Dios en los cielos? Si Él tuviese que hablar ahora en voz audible, ¿acaso no
sería, "De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que
me envió, tiene vida eterna" (Juan 5:24)? Este es, ciertamente, Su
testimonio. Ocúpense de no rechazar Su voz que habla desde el cielo. El
creyente mira al cielo, contempla la faz de Jesús por medio de la fe, escucha
Su palabra, y recibe Su testimonio. Las ovejas de Cristo oyen Su voz. Muchos
conocen la manera de salvación, pero no han recibido a Cristo como su Salvador.
Ellos no oyen Su voz en el evangelio. "vosotros no creéis," dijo
Jesús, "porque no sois de mis ovejas." (Juan 10:26).
Cristo conoce Sus
ovejas. Es verdad que Él conoce todas las cosas; pero Él conoce las Suyas de
manera peculiar. El trato personal es mutuo. Ellas conocen al único Dios
verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado (Juan 17:3), y Él las conoce.
Él "conoce a los que en él confían." (Nahúm 1:7). Muchos Cristianos
profesantes vendrán en aquel día, diciendo, "profetizamos en tu nombre,… y
en tu nombre hicimos muchos milagros"; pero Jesús les dirá, "Nunca os
conocí; apartaos de mí." (Mateo 7: 22, 23). Ellos jamás conocieron a
Cristo — no tuvieron trato personal alguno con Él. Queridos amigos, ¿han
conocido ustedes esta intimidad personal con Jesús? ¿Han conocido ustedes lo qué
es estar reconciliados con Dios por medio de la muerte de Su Hijo? Aquellos que
conocen a Cristo, aunque débilmente, no importa cuán débilmente, no dudan en
lanzarse a sus brazos abiertos; y los tales demuestran siempre que Él es un
Amigo que ama en todo tiempo (Proverbios 17:17), un Amigo más unido que un
hermano (Proverbios 18:24).
'¡Felices los que
confían en Jesús!
Dulce y segura es
su porción;
Cuando el enemigo
se apodera de otros,
Él guardará a los
Suyos en seguridad:
¡Pueblo
bienaventurado!'
Aunque pobre y
despreciado.' [*]
[*]
N. del T.: {traducción libre de la primera estrofa del himno "Happy They
Who Trust in Jesus", de T. Kelly. Fuente: http://bibletruthpublishers.com/happy-they-who-trust-in-Jesus/echoes-of-grace-hymnbook-215/lkh215EGHB
Otro rasgo en las
ovejas de Cristo es que, habiendo oído Su voz, y estando seguros que Cristo las
conoce, ello lleva a la acción práctica — ellas siguen a Cristo. Esto no
consiste en seguir normas, credos, ordenanzas, no obstante lo verdaderos que
puedan ser, sino a Cristo. No consiste en seguir a hombres, con independencia
de cuán piadosos puedan ellos ser, más allá de que estén siguiendo a Cristo.
Satanás aborrece esto y trata de obstaculizar. Él usaría algunas veces incluso
a personas Cristianas, las cuales pueden estar en un mal estado de alma, para
impedir que otros sigan plenamente al Señor. Él nos ha dejado un ejemplo para
que nosotros sigamos Sus pisadas. A nosotros se nos mantiene aquí con ningún
otro objetivo más que seguir a Cristo; no para seguir nuestras propias inclinaciones;
ni para seguir a otros santos, sino para seguir a Cristo. Esto caracteriza a
las ovejas de Cristo. Jesús dijo, "[ellas] me siguen." (Juan 10:27).
¿Conocemos nosotros en qué consiste esto? ¿Estamos escudriñando las Escrituras
para enterarnos acerca de cuáles son Sus pasos, para poder seguirle? ¿Estamos
procurando, a través de honra y deshonra, complacer sólo a Él? ¿Estamos
aspirando a ser 'mansos y humildes de corazón', tal como él era? ¿A tomar Su
yugo sobre nosotros, y aprender de Él? (Mateo 11:29). Se nos dice que las ovejas
de Cristo se desempeñan así; ellas siguen a Cristo. No se dice que ellas deberían
hacerlo, sino que ellas sí siguen a Cristo. Esto demuestra que
ellas son ovejas de Cristo.
Ahora bien, preste
atención a la seguridad de las ovejas de Cristo.
En primer lugar,
ellas
tienen vida eterna. "Yo les doy vida eterna" (Juan 10:28). Este es Su
don. Este no es, de ninguna manera, un don ganado ni merecido. No. "La
paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús
Señor nuestro." (Romanos 6:23). Entonces, la vida eterna viene a nosotros
en forma de don. Cristo no da menos. No se trata de vida para un día o un año,
sino para siempre — vida eterna. "Vuestra vida está escondida con Cristo
en Dios." (Colosenses 3:3). Cristo es nuestra vida. Cristo es el dador, el
pecador es el receptor. Mi querido lector, ¿ha recibido usted realmente este
don de Dios? ¿Tiene usted vida eterna? Yo confío en que no descansará usted ni
un momento, hasta estar seguro de que usted tiene vida eterna. Oh, usted debe
tener vida eterna, o estará ¡en las llamas eternas! "El que cree en el
Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,
sino que la ira de Dios está sobre él." (Juan 3:36).
En segundo lugar,
ellas "no perecerán jamás." Qué perfectos descanso y paz da esto al
alma; porque Él es fiel a esa promesa; Él no se puede negarse a Sí mismo. El
temor y la angustia de David fueron, en gran medida, que él perecería un día a
manos de Saúl; pero el creyente verdadero necesita no tener aprensión alguna en
cuanto al futuro eterno. Aquel que es todopoderoso en poder y perfecto en amor
dice, "no perecerán jamás." Observe que ello es absoluto e incondicional
— "No perecerán jamás." Querido creyente inquieto por este asunto,
usted no se puede perder. Usted está en Cristo. Usted tiene vida eterna, y
Cristo declara que usted 'no perecerá jamás'. Él murió por usted. Su sangre
limpia de todo pecado. Su vida está escondida con Cristo en Dios."
(Colosenses 3:3). ¿Qué más necesita usted para que le de descanso perfecto de
alma?
En tercer lugar,
"Nadie las arrebatará de mi mano." La palabra "nadie" está
en letra itálica. Ello demuestra que
ningún poder podrá separarnos del cuidado de Cristo.
'No todo lo que
la
tierra o el infierno pueden decir,
Alejará Su corazón
de amor.'
Cuando Él dijo,
"Al que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37), ello implicó tres
cosas: —
1º. Yo recibiré.
2º. Yo lo retendré;
3º. Yo jamás lo
entregaré — "no le echo fuera."
Así que Él dice
aquí, "nadie las arrebatará de mi mano." ¿Qué seguridad perfecta esto
da! Ciertamente se trata de un "cordón de tres dobleces" (Eclesiastés
4:12), que nunca puede romperse, a saber:
1º. La posesión
actual de "vida eterna";
2º. La promesa del
fiel y Buen Pastor: "no perecerán jamás";
3º. La propia
poderosa mano de Cristo manteniendo firme en su control — "nadie las
arrebatará de mi mano."
No todos los amados
hijos de Dios entran en el disfrute de estas realidades preciosas. Ellos leen
libros de hombres, y adoptan opiniones de hombres, en lugar de acudir solamente
a las Escrituras para conocer el pensamiento de Dios, y descansar en Sus
preciosas palabras acerca de Jesús, las cuales no pueden perecer jamás.
¡"No perecerán
JAMÁS"! palabras de misericordia
Que vienen de
labios de Uno que,
Siendo aquí un
extraño sin hogar,
Llena el trono
elevado y eterno;
Resplandor de la
gloria del Padre,
Dios y hombre
combinados en Uno;
Fiel pastor de los
escogidos,
A salvo están los
asignados a Él.
¡"No perecerán
JAMÁS"! palabras de dulzura,
Que disipan todo
temor;
Que llenan a todos
de gozo y alegría,
A aquellos que la
voz del Pastor pueden oír;
Trayendo abundante
consuelo
Al alma fatigada,
oprimida;
Dulce refrigerio
al
que desmaya,
Y descanso a los
espíritus cansados.
¡"No perecerán
JAMÁS"! Palabras de poder;
Yo puedo ahora
desafiar a Satanás:
A salvo mi alma
tras mi guarda,
Escondido con
Cristo en Dios en lo alto.
Venga lo que venga,
yo estoy a salvo para siempre —
Esta es la promesa
de mi Dios;
Escrita en Su
palabra infalible,
Sellada con
la
sangre preciosa de Jesús.
H. H. Snell
Traducido del
Inglés
al Español por: B.R.C.O.- Julio 2017.-