LA GRANDEZA
DE CRISTO
"Yo soy, el Alpha y la
Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin." (Apocalipsis 22:13
- VM)
N. Anderson
Todas las citas
bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y han sido tomadas
de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares
en que, además de las comillas dobles (""), se indican otras
versiones, tales como:
JND = Una traducción
literal del Antiguo Testamento (1890) y del Nuevo Testamento (1884) por John
Nelson Darby (1800-82), traducido del Inglés al Español por: B.R.C.O.
RVR1977 = Versión
Reina-Valera Revisión 1977 (Publicada por Editorial Clie).
VM = Versión Moderna,
traducción de 1893 de H. B. Pratt, Revisión 1929 (Publicada por Ediciones
Bíblicas - 1166 PERROY, Suiza).
En este breve, sencillamente
redactado, y sin embargo sorprendente versículo está retratado para nosotros
aquello que exige nuestra atención, provoca nuestra alabanza, y hace que nos
inclinemos en adoración. Estas cosas son descriptivas de algunas de todas las
variadas glorias de Aquel que ha cautivado nuestros corazones y los ha ganado
para Dios — ¡Jesús! ¡Precioso Nombre! Nombre que abarca, tal como lo hace, Su gracia
tendente a descender y Su senda de perfección infinita; de completo
sometimiento a la voluntad de Dios y de acuerdo con ella; de consagración al
Padre y de gracia superlativa para los hombres. Fueron bien dichas esas
palabras: —
'Tu nombre circunda
toda gracia
Que Dios como
Hombre
pudo mostrar;
Sólo Él pudo
perfilar completamente allí
Una vida
divina
abajo.' [*]
[*]
N. del T.: traducción libre de la segunda estrofa del himno 'JESUS --- how much
Thy name unfolds. Compuesto por Mary Bowley (Mrs Peters) (1813-1856)
El corazón, deleitándose en la
fragancia de aquel Nombre que es como "ungüento derramado", se
deleita en contemplar algunos de los mayores misterios de la fama de Aquel que
la llevó, nuestro Señor Jesucristo, el Unigénito y bien amado Hijo de Dios.
"El
Alfa y la Omega"
La primera y la última letras
del alfabeto Griego, describen el hablar de Dios, trayendo ante nosotros la
gloria de nuestro Señor como la Palabra o el Verbo. Aquel que estaba en el
principio con Dios, una Persona inconfundible; y era Dios, coeterno y coigual, fue
completamente competente para expresar a Dios siempre que la expresión fuese
requerida. Toda comunicación de Dios a la criatura fue a través de la Palabra.
Si los profetas fueron usados en tiempos pasados en el hablar parcial de Dios,
ellos hablaron por el Espíritu de Cristo que estaba en ellos (1ª. Pedro 1:11 y
1ª. Pedro 3:19). En estos postreros días Dios ha hablado plenamente en la Persona
del Hijo (Hebreos 1:2 –
JND), y nosotros aprendemos así que Cristo, como el Alfa y la Omega, es Aquel
en quien Dios es dado a conocer; en Él la vida eterna, la vida de Dios ha sido
manifestada; Él es la PALABRA, el VERBO (Juan 1:1), y Él es la PALABRA DE VIDA
o el VERBO de VIDA (1ª. Juan 1:1). El Señor Jesús es Aquel por medio del cual
Dios ha sido revelado en la plenitud de Su naturaleza como Luz y Amor. La vida
eterna que todos los creyentes tienen — una vida que tiene el carácter
distintivo de que está "con el Padre" (1ª. Juan 1:2) ha sido
manifestada en Él. Toda bienaventuranza ha sido traída cerca del hombre,
mediante revelación, en Él la Palabra eterna.
Si nosotros contemplamos la
santidad de Dios la cual necesita la remoción en juicio de todo lo que es
contrario a ella — todo aquello que ha rechazado la bendición divina en
cualquier modo en que ella ha sido presentada — esto encuentra también su
expresión en Alfa y Omega. Apocalipsis 19: 11 al 16 nos presenta una vislumbre del
cielo abierto para que nosotros podamos contemplar a Uno que es fiel y
Verdadero, el cual juzga y hace la guerra en justicia, saliendo del cielo a
herir a las naciones y a pisar el lagar del vino del furor de la ira del Dios
Todopoderoso, y Su Nombre es "el Verbo (la Palabra) de Dios." Ya sea
que Dios se manifieste en gracia o en juicio, Él es manifestado en Aquel que es
el Verbo Eterno, el Alfa y la Omega — Jesús.
"El
principio y el fin"
Esto comunica el pensamiento
de actividad o realización. La obra de creación es, en la Escritura, adscrita
al Hijo. Él fue siempre el Agente de la actividad de la Deidad. El universo
surgió a la existencia por la Palabra de Su poder.
"Porque por él fueron
creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
las visibles y las invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por
medio de él y para él."
(Colosenses 1:16 – RVR1977).
Él es el Principio, el Autor
de toda cosa creada. La creación del hombre fue el resultado del consejo
divino. Dios — Elohim — Padre, Hijo y Espíritu Santo — participaron por igual
en ello, pero el acto de crear es atribuido al Hijo. Él es el principio y Él es
el Fin. Él es el Objeto para el cual todas las cosas son creadas. Él, el Hijo,
fue constituido "heredero de todo" (Hebreos 1:2) en propósito eterno;
esto necesitó la creación de todas las cosas. Él será honrado, sin embargo, por
todos los ámbitos de la creación. Después, también, en cuanto a la Nueva
Creación, Él es el Principio, el cual
es el Primogénito de entre los muertos, y el final en perspectiva es "que
en todo [Él] tenga la preeminencia."
(Colosenses 1: 16 al 18).
Oiga usted Su Palabra en Juan
4:34, "Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su
obra." En Juan 17:4, como anticipación de la consumación de la obra de
redención, ". . . he acabado la obra que me diste que hiciese"; y
también en Juan 19:30, cuando estaba colgado en la cruz, "Consumado
es." Creación, Redención, y Juicio, son la obra de Aquel que es el Hijo,
Jesús, el Principio y el Fin.
"El
Primero y el Último"
El hablar de Dios, el hacer de
Dios, han hallado una vía para el cumplimiento por medio de Él, y en esta
expresión nosotros consideramos ahora aquello que Le describe a Él en la gloria
y majestad de Su existencia. Él es el gran "YO SOY" (Isaías 41:4 – VM:
"¿Quién lo ha obrado y
lo ha hecho? Yo que llamo las generaciones desde el principio: yo Jehová,
el primero de todos; y junto con los últimos, el mismo soy yo");
además, Isaías
44:6; Isaías 48:2). Lo que Él es en Su propio Ser—más allá de todo lo que ha
sido revelado—es indicado en este título, "el Primero y el Último."
Como Aquel que ha entrado en
el estado del hombre en aspecto humilde, en quien Dios ha hablado y actuado, el
diablo Le ha atacado y ha procurado llevarle a descender, en la estimación de
criatura, ¡al nivel de la criatura! Hay algunos que Le reconocerán como Creador
y Redentor-- ¡pero no obstante una criatura! ¡Qué blasfemia es ello! Decir esto
acerca de Él, aunque Él es descrito por los tales como la criatura más elevada
en el universo, es una negación de la enseñanza de la Palabra de Dios y un
insulto a Su majestad. Él es el Cristo, "¡el cual es sobre todos, Dios
bendito para siempre!" (Romanos 9:5 – VM).
Él es Aquel que existe por Sí
mismo. Todopoderoso, Eterno. En Humanidad Él es saludado en términos de
igualdad, "Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre." (Salmo 45:6).
¡Dios saluda a Dios! Oh, la gloria y el misterio de la Persona de Jesús. Él
dijo de Sí mismo, "Antes que Abraham fuese, yo soy." (Juan 8:58).
Además, el Espíritu Santo
registra también en Juan 12:41, "Isaías dijo esto cuando vio Su gloria, y
habló acerca de él."
Lea usted estas preciosas
Escrituras de verdad – Juan 8, Juan 12 y Hebreos 8 — medite usted acerca del
triple testimonio rendido a Aquel a quien los hombres despreciaron y
menospreciaron, el Hijo que se hizo Hombre, nuestro Señor Jesucristo—"el
PRIMERO y el ÚLTIMO." ¡Regocijaos en que la Escritura no puede ser
quebrantada!
Aunque todo esto es verdad
acerca de Él y fue presentado en testimonio a los hombres — la gloria de Su
Persona, Su obra, y Su Palabra — ¿se encontró Él con aclamación unánime? ¡No!
Juan 10:19 y Juan 7:43, testifican que ellos se dividieron acerca de lo que Él
decía, de lo que Él hacía, y de quién es Él.
Alabado sea Dios porque
nuestros ojos fueron abiertos mediante la gracia como el hombre en Juan 9.
Siendo presentados al Hijo de Dios creyendo, nosotros nos inclinamos a Sus
pies, Le adoramos a Él — "el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin, el
Primero y el último."
El Espíritu de Dios
profundizaría en nosotros la apreciación de Cristo como Aquel en quien el hablar —
el hacer — y la existencia de
Dios nos son presentados en esta asombrosa Escritura.
'La mención de
Tu
Nombre
Hará que nuestros
corazones
Se inclinen para
adorarte;
Tú, El señalado
entre diez mil,
Cuyo amor nos
ha
hecho libres'
N. Anderson