'CONVERTIDO' y 'SALVO'
Todas las citas bíblicas se encierran entre comillas dobles ("") y
han sido tomadas de la Versión Reina-Valera Revisada en 1960 (RVR60) excepto en los lugares en que, además de
las comillas dobles (""), se indican otras versiones, tales como:
BTX = Biblia Textual, © 1999 por Sociedad Bíblica Iberoamericana, Inc.
Artículo 53 de 55 de la publicación "Truth for Believers" (Verdad
para Creyentes) Volumen 2
Hechos 2: 37-41.
No sería
Escritural decir que aquellos cuyos corazones fueron compungidos y dijeron a los Apóstoles, "¿qué haremos?" ya eran salvos,
ya que esto sería desechar lo que la Escritura quiere dar a entender por ser "salvo" en el sentido pleno de la palabra. Esta
palabra se usa a menudo como si fuera el equivalente a ser convertido o a haber regresado a Dios. Pero el caso de Cornelio
(Hechos 10) y la narración de Pedro en Hechos 11 muestran la fuerza de ella. Nadie puede dudar que el devoto centurión hubiera
nacido de nuevo, ya que manifestaba el fruto de esta obra de gracia en sus oraciones y limosnas, las cuales, de lo contrario,
no habrían sido aceptables a Dios. Pero según la instrucción del ángel, él había enviado a buscar a Pedro para que le hablase
palabras por las cuales él y su casa fuesen salvos. Nos volvemos, entonces, al mensaje de Pedro para hallar cuales fueron
esas palabras. Apenas había comenzado a hablar, él nos dice que, habiendo expuesto el testimonio que todos los profetas dieron
de Cristo, de "que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre", el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que oían.
Ser salvo es, entonces, ser llevado conscientemente en la fe del alma a estar sobre el
terreno de la redención cumplida mediante creer las buenas nuevas de la remisión de los pecados. Y esto es acompañado por
el Espíritu Santo ocupando Su morada en la persona perdonada.
En el
tipo (Éxodo 12), los hijos de Israel fueron suficientemente salvos del juicio de Dios dentro de los dinteles ensangrentados
de sus casas en Egipto. Pero fue en vista de la liberación de todo el poder del enemigo a través del Mar Rojo – una
figura de la muerte y resurrección de Cristo por nosotros – que la palabra "Estad firmes y ved la salvación de YHVH"
fue presentada. (Éxodo 14:13 – BTX). Había existido seguridad para las ovejas en el redil Judío en el que el Señor entró
(Juan 10) a llamar a las Suyas. Pero fue por Cristo como la Puerta que las que habían oído Su voz entraron en la primera característica
de la nueva bendición: "el que por mí entrare, será salvo", aunque mucho más hubiese
más allá.
Tampoco
fue de otro modo en Hechos 2, cuando los Judíos fueron llevados a una profunda preocupación de corazón por el testimonio que
Pedro rindió a Aquel que habían crucificado y que había resucitado,
y a Quien Dios le había hecho Señor y Cristo. La pregunta fue, "¿Qué haremos?" Vino la respuesta,
"Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don
del Espíritu Santo." Así se salvarían de la culpa de esa perversa generación. Tres mil de ellos recibieron el testimonio del
Apóstol, y fueron bautizados, formándolos el Señor en la Asamblea como el remanente salvo de Su pueblo antiguo.
El carcelero
de Filipos fue un caso similar de convicción de conciencia esencial a alguna obra verdadera de Dios en el alma. El caso de
los discípulos en Éfeso (Hechos 19) con relación a lo que Dios recuerda en Efesios 1:13, confirma que lo que hemos visto es
la fuerza de la salvación. Ellos habían sido verdaderamente convertidos a través del testimonio rendido por Juan el Bautista
a un Cristo que había de venir después de él. Pablo les trajo las nuevas de que Él había venido, y de Su obra terminada, "la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de
la promesa."
J. A. Trench
Traducido
del Inglés por: B.R.C.O. – Junio 2012.-